Una gran concentración de trabajadores penitenciarios se ha reunido en la capital, atravesando algunas de las calles más concurridas y alzando la voz por sus derechos como funcionarios. La manifestación no sólo ha acogido un gran número de madrileños descontentos, sino también a personas que han llegado de distintas partes de la península.
La marcha se produjo este martes, día 21 de marzo, y su movilización comenzó a las 11:00 horas frente a la sede del PSOE. Desde el punto de salida, han realizado un recorrido hasta la plaza de las Cortes, atravesando Plaza de España, Gran Vía, calle de Alcalá, Plaza de Cibeles y Paseo Del Prado.
Los manifestantes, unas 3.500 personas que a diario tienen que lidiar con reclusos de toda índole, han portado una gran variedad de pancartas, dos esqueletos de gran tamaño y un ataúd, reivindicando el trabajo que desempeñan dentro de los centros penitenciarios. Del mismo modo, han vestido un brazalete de color negro en memoria de Francisco Aranda, un jefe de servicios hallado muerto dentro de su oficina.
Junto a este hecho, estos trabajadores han denunciado que las plantillas se encuentran envejecidas, hay una gran cantidad de plazas sin cubrir aún y los servicios médicos están bajo mínimos. De hecho, en el año 2020 presentaron un anteproyecto de ley en el Congreso de los Diputados, que se encuentra actualmente estancado y sin aprobar.
Hemos sido olvidados por diferentes gobiernos durante décadas
Por otro lado, aseguran que los centros penitenciarios varían en función de su localización en el país, ya que las cárceles de Cataluña y País Vasco están subordinadas a los gobiernos autonómicos y las condiciones de los funcionarios son diferentes a las que imperan en Madrid.
"Necesitamos mejoras de personal, de formación y en el uniforme. Las demandas son muy amplias debido al olvido durante décadas de los diferentes gobiernos. Pedimos un reconocimiento y una dignidad laboral que se nos está obviando con los diferentes gobiernos. Somos un cuerpo de orden aunque no nos reconozcan como Fuerzas y Cuerpo de Seguridad. Nuestro trabajo es imprescindible y muy importante para el Estado. Garantizamos el cumplimiento de las leyes y velamos por la seguridad de la ciudadanía", ha expresado Rafael Paniza, uno de los secretarios de la asociación ‘APFP’, "es intolerable que el resto de países de Europa reconozcan la labor que desempeñan los funcionarios de prisiones y en nuestro país no tengamos respaldo legal ni jurídico.