Madrid acoge la exposición Underground y contracultura en la Cataluña de los 70, una muestra sobre cómo la libertad transformó nuestras creencias y nuestra forma de vida. "Fueron tiempos de creatividad desbordante, sin cánones impuestos, vividos al margen de prebendas, partidos e instituciones. Las incoherencias del régimen franquista en su decadencia, la distancia geográfica del centro neurálgico del poder y un tejido civil con industrial, oficios y culturas posibilitaron la abertura de unas grietas por las que se coló parte de la juventud contestataria", explican desde CentroCentro.
Hubo una necesidad vital de escapar de las garras de cualquier autoritarismo en tiempos de rock and roll, psicodelia, contracultura y mayo del 68. Costó multas, secuestros, palos, juicios y detenciones. Sin embargo, la imaginación y el entusiasmo desbordaron los muros, poblaron las calles y liberaron las mentes. Nacieron espacios donde encontrarse, fumar, bailar y escuchar música en directo. La música popular pasó de lo yeyé a la música progresiva y a los conciertos al aire libre. Surgieron compañías de teatro que trastocaron la escena. El arte se unió a la vida y muchos cambiaron la familia autoritaria por la comuna.
El arte se unió a la vida y muchos cambiaron la familia autoritaria por la comuna
Las Ramblas barcelonesas se transformaron en un foro público. La ruptura vital multiplicó la sed poética. Aparecieron los comix underground, los fanzines y las revistas contraculturales en las que participaron miles de jóvenes. Se reivindicó la libertad sexual, el feminismo y los derechos de los homosexuales. También se combatió el electroshok. La lucha ecologista, la medicina alternativa, las energías blandas, la agricultura biológica, la objeción de conciencia fueron protagonistas. Así como la lucha por la amnistía de los presos comunes y por la despenalización de la droga.
"Aquella primavera acabó tras la fragmentación del mundo contracultura, la eclosión del punk, el mandarinato de los partidos políticos, la cultura de la subvención y el advenimiento de la era del Yo y de la posmodernidad. Sin embargo, las nuevas formas de vida fueron las simientes de las libertades civiles que hoy disfrutamos", explica Pepe Ribas.