El 24 de mayo de 2022 se emitía una sentencia estimatoria al recurso interpuesto por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio Público Miguel de Unamuno, en el barrio de Delicias. Se dirigía contra las cocinas fantasma de la calle Alejandro Ferrant, 8.
¿Cuáles son los argumentos por los que la sentencia ha anulado la licencia bajo las que operan estas cocinas? Desde la FRAVM recogen que en el escrito se argumenta que estas cocinas fantasma carecen "de informe de impacto medioambiental" y de "informe jurídico", además también incumpliría la normativa urbanística.
Uno de los aspectos fundamentales es que en la sentencia se recoge cómo este tipo de negocios implican "indudablemente unos perjuicios a los vecinos derivados de la limpieza, del tratamiento de residuos, de la contaminación acústica, la afección a la movilidad urbana y de las emisiones de humos".
La instalación de este tipo de negocios implica indudablemente unos perjuicios a los vecinos derivados de la limpieza, del tratamiento de residuos, de la contaminación acústica, la afección a la movilidad urbana y de las emisiones de humos
Actualmente, desde los colectivos vecinales y AMPAS se encuentran a la espera de si el Ayuntamiento va a recurrir a la decisión del juez.
Destacan que la nueva normativa urbanística del Ayuntamiento de Madrid (en información pública), establece cómo "estas cocinas tampoco serían legales por ubicarse en una manzana que por norma zonal ya no aceptaría en ningún caso la instalación de negocios industriales en espacios superiores a 350m2".
o que esperan desde el barrio es que "el Ayuntamiento sea responsable y consecuente con la regulación que ha propuesto para este tipo de negocios industriales", junto con el hecho de que "no recurra la decisión de la justicia", puesto que consideran que esto "condenaría a los niños y niñas del colegio y al vecindario a seguir sufriendo por un tiempo prolongado los efectos perjudiciales de esta industria".
Las familias han solicitado reunirse con el alcalde, el responsable de urbanismo y la concejala presidenta del distrito de Arganzuela. Apuntan que "en caso de que el Ayuntamiento decida recurrir la pesadilla de olores, ruido y tráfico continuará para las miles de familias de Delicias afectadas por la instalación de este negocio industrial, reconocido por un juez como indudablemente perjudicial, al lado de sus casas y del colegio de sus hijas e hijos".