‘Latino’ o ‘Adónde voy sin ti’. Solo con mencionar esos títulos, la mente de toda una generación se traslada a los 80. Concretamente, a 1981, donde Francisco se consagró como una de las grandes voces de nuestro país en ese primer Festival OTI del que salió vencedor, así como la segunda, en 1992, donde repitió podio y se reafirmó, aún más, en su carrera.
Es indiscutible que la música del valenciano ha sido banda sonora de nuestra historia; más de 35 años de trayectoria lo avalan. Y es por eso que el público, al igual que lo ha hecho en anteriores ocasiones, le recibe con los brazos abiertos cada vez que decide visitar la capital. Esta vez, la cita será sobre las tablas del Teatro Nuevo Apolo de Madrid, el próximo 17 de diciembre. Hablamos con el cantante antes de su llegada a escenario madrileño.
Cita en el Nuevo Apolo
“Va a ser un concierto muy especial, muy íntimo, a piano y voz”, describe Francisco. Una cita en la que hará “un repaso por todas mis canciones” junto a “un público fantástico con el que siempre es un placer estar”. El valenciano nos confiesa que el paso de los años no hace que desaparezcan los nervios a la hora de enfrentarse a un nuevo directo. “Cada concierto es distinto”, y es por eso que la responsabilidad es siempre igual de grande. Aunque, reconoce, si algo da la experiencia son las tablas, y eso hace que “disfrute más que cuando empezaba. La madurez hace mucho a favor de cualquier profesional”.
El concierto del Nuevo Apolo va a ser muy especial, muy íntimo, a piano y voz
Si hablamos de Francisco, hay canciones que no pueden faltar, y tampoco faltarán en el Nuevo Apolo. ‘Latino’ es una de ellas. “No la puedo quitar de mi repertorio”, reconoce. “Todos los artistas tenemos una canción que es el buque insignia, y esa es la mía”. Asegura, de hecho, que “me sigue gustando, si cabe, más que antes, porque me sigo sintiendo latino y muy orgulloso de mi país y de mi gente”.
Presente y futuro
Asegurando que se encuentra “en plena forma”, Francisco no ve el fin a su carrera, en absoluto. De hecho, está “terminando un disco de arias y óperas que nos va a llevar a hacer una gira mundial, con las mejores orquestas y por los mejores teatros del mundo, tanto de Europa como de América”. Aún tiene en mente “muchos proyectos por hacer”. Entre ellos, dice, “un álbum de mariachis”, lo que sería, para él, “un homenaje a México, que me vio nacer como artista ese 5 de diciembre de 1981”.
Si tuviera que dar un consejo a las nuevas voces, sería el de no abandonar la pasión. “La música requiere mucha disciplina, mucho sacrificio y mucha preparación”, y puntualiza, “continuamente”. “Yo aprendo todos los días, ensayando en mi casa o en el estudio, y siempre sacas algo nuevo. Por eso es tan bonito y engancha tanto, porque nunca es igual”.
Entre sus deseos para el nuevo año, “mucha salud, porque con la salud podemos con todo”, y “terminar el nuevo disco y hacer esa gira lírica que me hace mucha ilusión”. “Eso”, dice, “es ya un regalo muy importante para mí”.