A pesar de los esfuerzos por parte de CSIT UNIÓN PROFESIONAL y el Sindicato de Policía Local Asociada (P.L.A.), para que el Consistorio compre chalecos para la plantilla de Policía Local de Majadahonda, "el problema persiste, y son ya casi dos años los que estos llevan caducados", indican desde CSIT Unión Profesional.
“Chalecos antibalas caducados”
“Actualmente, sufrimos una caducidad en nuestros chalecos antibalas que son del año 2010 y por fabricante tiene una garantía de 10 años, con lo cual ha vencido en agosto de 2020”, explica Juan José Dueñas, delegado del CSIT y secretario general del Sindicato de Policía Local Asociada en la sección de Majadahonda.
Es más, el delegado del CSIT explica que estos chalecos no cubren cualquier mal funcionamiento. "La caducidad de estas prendas protectoras no se adjudica de un modo arbitrario, sino que viene determinada por estudios y ensayos realizados en los que el material pierde cualidades con el paso del tiempo", añaden desde CSIT.
Afortunadamente, hasta la fecha, no ha sucedido ninguna desgracia, "pero resultaba lamentable que un profesional del Cuerpo, por no tener las herramientas de trabajo en óptimo estado, esté expuesto a sufrir unas lesiones irreparables, puesto que esa posibilidad existe diariamente".
“El chaleco tiene efectivad, pero desconocemos que efectividad tiene. Cuando un fabricante dictamina que tiene 10 años de garantía es porque puede perder sus condiciones”, concluye Dueñas, quién además añade que “el seguro del chaleco se ha extinguido ya y tenemos un seguro de vida que dudamos que pueda responder porque el material, obviamente está fuera del plazo”.
¿Se podría evitar una desgracia dotando a la plantilla de chalecos nuevos?
Respuesta del Ayuntamiento
Desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL y el Sindicato de Policía Local Asociada (P.L.A.) llevan tiempo comunicando por escrito, tanto a los mandos responsables de esta policía, como al concejal de Seguridad, las carencias que sufre este Colectivo, haciendo hincapié en una de las más graves: uso de chalecos de protección antibalas y antipinchazos caducados.
Estas Organizaciones denuncian que los policías no disponen de las medidas de protección necesarias para poder realizar su servicio en las mejores condiciones de seguridad.
"A pesar de haber solicitado al concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Majadahonda, Ángel Alonso Bernal, una reunión para tratar éste y otros temas, no solo no nos responde, sino que tampoco nos informa sobre cómo actuaría debidamente el Ayuntamiento si algún compañero resultara herido de gravedad en una intervención con el chaleco caducado. ¿Asumiría él la responsabilidad de las lesiones o la vida del policía?, ¿se podría evitar una desgracia dotando a la plantilla de chalecos nuevos? ¿El seguro de responsabilidad civil o de vida cubriría al Agente de Policía que llevase un chaleco caducado o será el Ayuntamiento el que se haría cargo de los gastos?", continúan desde la Unión Profesional.
“Estamos esperando una respuesta, hace un mes solicitamos una reunión y no hemos sido citados y hace dos semanas escribimos al concejal de Seguridad, a la jefatura de Policía y la Prevención de riesgos laborales y tampoco nos han respondido”, explica Juan José Dueñas.
Desde Soy-de Majadahonda nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento, quiénes nos han explicado que “los chalecos no están caducados porque no caducan. Lo que se les acaba es la garantía”.
Es más, desde el Consistorio majariego han continuado diciendo que “la garantía es como cuando te compras un electrodoméstico, por ejemplo, que tiene una garantía determinada. Lo que no significa que al fin de esa garantía te compres uno nuevo o deje de funcionar”.
Otras reclamaciones
El delegado de CSIT ha recalcado que el Ayuntamiento “tiene que ayudarnos a mejorar un poco para poder prestar un mejor servicio al Ciudadano”.
Actualmente, según argumenta Dueñas, los equipos de transmisión también son bastante viejos y están obsoletos, “hemos tenido problemas con las baterías porque las mismas se agotaban”. “Si por lo que sea un compañero tiene una intervención y no puede contactar, puede tener problemas. Si está solo pueden quitarle el arma”, ejemplifica Juan José Dueñas.