El Ayuntamiento de Majadahonda ha intensificado los tratamientos destinados al control de la procesionaria del pino desde el mes de noviembre. Los tratamientos incluidos en la gestión integrada de la plaga, con actuaciones a lo largo de todo el año, han implicado la aplicación de un producto de origen natural para combatir las orugas. Además de esta actuación, se continuará con la retirada de los nidos durante el mes de enero.
Ambas medidas pretenden asegurar que la presencia de esta plaga en los parques y jardines de Majadahonda se mantenga por debajo del umbral admisible. Cabe destacar que el periodo de mayor riesgo para la población se produce en los meses de febrero y marzo, cuando las orugas descienden por el tronco formando las conocidas “procesiones”. Estas procesiones son las que preocupan a familias y dueños de mascotas por los riesgos derivados de los pelos que liberan las orugas cuando son molestadas.
Por este motivo, el Ayuntamiento solicita a los majariegos que vigilen la situación al pasear por los parques con niños o mascotas durante esas semanas. Asimismo, ante la cantidad considerable de jardines privados del municipio, se insta a los propietarios de los jardines y urbanizaciones con pinos o cedros a realizar actuaciones similares encaminadas al control de la plaga.
Se insta a los propietarios de jardines y urbanizaciones con pinos o cedros a realizar actuaciones similares para el control de la plaga.
Desde 2019, Majadahonda mantiene un compromiso sólido con el medio ambiente, absteniéndose del uso de productos que contengan elementos químicos de síntesis en las zonas verdes. Esta práctica beneficia tanto al medio ambiente como a los habitantes del municipio.
La concejal de Medio Ambiente, Laura Romero, destaca que “en la gestión de plagas y enfermedades, se emplean técnicas sostenibles, como el control biológico con el uso de enemigos naturales de las plagas, la aplicación de productos de origen natural autorizados en agricultura ecológica, y la retirada manual de los ramillos más afectados. Además, se reservan espacios para la biodiversidad, retrasando las siegas para favorecer la conservación de la fauna útil, el aliado crucial en el control de plagas. Majadahonda tiene el compromiso con la estrategia de ‘Fitos 0’ que implica la reducción del uso de productos fitosanitarios en el medio ambiente y la búsqueda de alternativas más sostenibles para el bien de la naturaleza y de los vecinos”.