Es prácticamente seguro que habrá vuelco político en Moraleja de Enmedio después de ocho años de gobierno del PSOE y de Valle Luna. Los resultados en las urnas han arrojado una nueva victoria de los socialistas, la tercera consecutiva, pero esta vez no será suficiente para retener la alcaldía. El PP ha absorbido los concejales de Ciudadanos y con 5 ediles está en disposición de llegar al poder con un acuerdo con Vox que pasa de tener un edil a dos (el que ha arrebatado al PSOE).
En Televisión Digital de Madrid hemos conocido las primeras impresiones de la candidata popular y posible alcaldesa Arantxa Alonso Godino que nos ha contado que “estamos muy satisfechos con la respuesta que han tenido los vecinos y, la verdad, es que tenemos la oportunidad de ofrecer a los vecinos estos que tanto nos han estado pidiendo, el cambio que Moraleja necesita que es el lema de la campaña”.
Para llegar a la alcaldía, Arantxa Alonso deberá entenderse de manera obligatoria con Vox y con su candidata Selene María Durán que completaría la posible mayoría absoluta que supere al PSOE. A este respecto, la popular confirma que “previamente ya habíamos hablado con la otra fuerza política que se intuía que podríamos pactar. La relación que tenemos con ellos es muy positiva (…) es una relación mutua de respeto, de consenso y de positividad. La verdad es que las conversaciones postelectorales se han iniciado y aunque no hay ninguna decisión tomada estamos muy satisfechos y estamos unidos por un objetivo común”.
En relación a su futuro proyecto, la gran favorita a hacerse con la alcaldía afirma que “no hemos profundizado en asuntos concretos ya que las primeras conversaciones (con Vox) han sido muy lineales. Lo que compartimos es que es tiempo de terminar con este tiempo de socialismo con el que no compartimos las líneas en absoluto, especialmente con haber dejado a Moraleja sin Plan General que era algo que nos tenía muy muy preocupados. Comenzaremos a escribir esas líneas más adelante”.
Lo que compartimos es que es tiempo de terminar con este tiempo de socialismo con el que no compartimos las líneas en absoluto