Entre mascarillas, gel hidroalcohólico e incertidumbre, se está desarrollando uno de los inicios de curso más peculiares hasta la fecha. De ello hemos hablado con Mónica García, concejala de Educación de Moraleja de Enmedio. “Empezamos con una formación Covid”, comenta sobre las medidas que tomaron en el municipio. “Se organizaron en diferentes días, y lo que hicieron fue explicar exactamente qué es el coronavirus con un lenguaje adecuado para los niños, se trató el asunto del uso correcto de las mascarillas, las distancias de seguridad, se hizo algún juego sobre cómo se podían saludar… también se insistió mucho en el tema de la higiene de manos y, sobre todo, resolver las dudas que tuvieran los propios alumnos de nuestros centros. Por otro lado, actualmente se está trabajando en la entrega de material preventivo”.
A diferencia de otros lugares, Moraleja de Enmedio no ha requerido ceder ningún lugar para impartir las clases: “No ha sido necesario ceder espacios para las aulas, pero sí se han habilitado lugares para guardar materiales y mobiliario. Se organizó desde el Ayuntamiento, contando con personal de deportes, sanidad, servicios… el desalojo de los mobiliarios del centro se llevó a cabo para que se pudieran mantener las distancias de seguridad de los alumnos”, explica.
García insiste también en la importancia de respetar las distancias de seguridad en las zonas de recreo. “Se han comprado redes para que los niños puedan estar divididos en los patios y no se mezclen entre sí. Y, con respecto a la limpieza, se ha reforzado con personal de tarde, creando un grupo de personal por la mañana también para que, mientras los niños están en el centro, se puedan limpiar baños, espacios comunes y demás. También se hacen desinfecciones externas. Todos los días, por las mañanas, el personal del ayuntamiento va a desinfectar las entradas y las salidas de los lugares de enseñanza, donde además está colaborando la Policía”.
Pero, ¿qué pasa si, pese a todas esas medidas, se da un positivo en un centro? La edil explica que los pasos a seguir son los siguientes: “En cuanto tenemos conocimiento de que hay un aula confinada, se va al lugar, se desinfecta y luego el personal limpia todo el material de la clase para tener una desinfección adecuada para la vuelta al cole segura de estos alumnos”.
Otro factor importante a la hora de gestionar una situación como la del inicio del curso en el marco de la pandemia es la relación entre las instituciones y la comunidad educativa. García destaca la rapidez a la que los docentes han tenido que adaptarse. “La relación con la comunidad educativa es estupenda, están haciendo un gran esfuerzo en lo que llevamos de curso. En los padres se ha generado un estrés añadido al que ya tienen por la pandemia, pues la organización de los centros ha sido precipitada hasta no saber el número de docentes de los que se iba a dotar a los colegios, pues no se podía saber, por ejemplo, el número de ratio que iba a haber en las clases. Con tan poco tiempo, ni siquiera el profesorado ha tenido tiempo de explicar a los padres cómo mandar a sus hijos a los centros. Ha faltado coordinación a tiempo para que las familias pudiéramos estar más seguras”.
Sin embargo, respecto a las administraciones tiene una opinión muy distinta, y señala haber percibido una atención insuficiente por su parte: “Hay una falta de implicación desde las administraciones, de dotaciones económicas, de material tecnológico…sin cámaras en los centros, por ejemplo, es imposible realizar una reunión. Y más desarrollar una labor docente virtual. Esas dotaciones tecnológicas que prometió la Comunidad de Madrid, el refuerzo de la red de internet, que no soporta el peso de la actividad, y refuerzo para apoyar a los responsables Covid en los centros, no ha llegado. Los medios con los que contamos son los nuestros. La Comunidad de Madrid no nos ha dotado de dinero ni de nada”.