El Soto se vestía de gala para dos regresos. Por un lado, volvía a su casa el míster del rival, Míchel. El que fuera técnico del Móstoles URJC hasta el pasado verano, no podía sentarse en el banquillo visitante por una sanción.
Por otro lado, los aficionados azulones recibían con vítores al nuevo líder del grupo 7 de la Tercera división. El buen momento del equipo mostoleño quedó deslucido, desde el principio, por el mal estado del terreno de juego, que hizo casi impracticable el encuentro.
Y el encuentro arrancó con una mejor versión de los boadillenses. Tras iniciar la temporada de la mejor forma posible, los interistas se han ido desinflando en las últimas jornadas. Ahora, con Míchel como míster, están reencontrando, poco a poco, viejas sensaciones.
A pesar de que el dominio del balón era para los visitantes, eran los nuestros los que tenían las mejores ocasiones. Ónega y Bravo se encontraban con el barro presente en la portería rival, un contratiempo que ninguno de los dos esperaba a la hora de batir al portero visitante.
Ahora, los nuestros son segundos, a un punto del nuevo líder, el Atlético de Madrid B
La mejor de los azulones llegó justo antes del descanso. Un gran disparo de Diego Campos desde la frontal lo sacaba Franco para evitar que el líder siguiera estando en lo más alto de la tabla de clasificación.
Quizá esa ocasión sirvió para que los nuestros salieran más enchufados tras el descanso, acorralando a un Inter que se defendía como podía. Los de Iván Ruiz contaron hasta tres ocasiones claras en los primeros diez minutos, pero la suerte no estaba de cara.
El estado del terreno de juego y el miedo a no perder, hizo que ambos equipos se enzarzaran en peleas en el medio campo, desapareciendo las oportunidades de gol en cualquiera de las dos áreas.
Con el empate a cero en el marcador, el Móstoles URJC sigue en la lucha por el liderato, aunque ahora es segundo a un punto del Atlético de Madrid B. Los nuestros cerrarán el año jugando entre semana ante el Santa Ana.