La portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en Móstoles, Raquel Guerrero, ha transmitido de una queja de su partido. Se trata de una moción sobre el centro municipal de animales de acogida de la ciudad. Según cuenta, en él los animales no se encuentran en las condiciones óptimas, presentando heridas en sus patas y sin salir a la calle, pues carecen del "seguro de responsabilidad civil el Ayuntamiento" Sin embargo, este lo niega todo en una conversación con Soyde. ¿Quieres saber más sobre la moción?
¿Trabajadores poco formados?
El documento se presentará en el pleno del jueves 25 de febrero, y recoge también que se está incumpliendo la Ley de protección animal de la Comunidad de Madrid. Además de los problemas anteriormente citados, Guerrero ha compartido que hay una alarmante "falta de formación a los trabajadores", carecen de campañas de adopción, tienen mala relación con las protectoras locales y los patios en los que pasean los animales son muy pequeños y, en ellos, hay unas placas de aluminio que hacen que se sobrepase la temperatura adecuada. Por otro lado, notifica la falta de personal que hace que, en ocasiones, los vecinos y las vecinas o la policía tengan que colaborar trasladando a los animales. “Imagínese que, durante más de un año, su espacio durante la mayor parte del día se reduce a un chenil de como mucho 2x2 metros y que cuando sale lo hace en un patio de unos 6x6 donde la mayor parte del tiempo hace muchísimo calor”, concluye.
El Ayuntamiento se defiende
Hemos consultado a fuentes del Ayuntamiento al respecto, y niegan todo aquello que incluye dicha moción. "Los animales están bien tratados y cuidados. Los perros salen a pasear cada día, en el recinto de las instalaciones. Las adopciones están funcionando muy bien y los perros que se quedan solos son los que aún no se ha encontrado a sus dueños o no se pueden adoptar, y los que son peligrosos -por lo que es más difícil que encuentren dueños-", han declarado.
Ampliando la cuestión de los paseos, explican que los realizan los trabajadores y que con la COVID-19 se ha limitado el acceso de los voluntarios, que, añaden, "muchas veces no tienen formación para sacar a los animales más peligrosos".