Nueva marcha en el equipo de Posse. Luis Vázquez, el hasta ahora Gerente del IMS de Móstoles, dimite. Su decisión se convierte en la tercera ‘baja’ en lo que lleva de andadura la legislatura de la socialista Noelia Posse, después del cese de su hermana, Laura Posse, como community manager del Ayuntamiento; y la renuncia de su tío, Héctor Posse, a un nuevo (y mejor remunerado) cargo en el área de Deportes.
Tras la exclusiva emitida por este medio, en la que fuentes desvelaban que Luis Vázquez había sido, hasta 2017, el director de la Fundación Clínica Universitaria de la URJC “por mano del PSOE” y que su marcha vino condicionada por su salario, que ascendía a 300.000 euros anuales “de dudosa procedencia”, el Gerente dimite. Lo hace de un cargo con el que iba a percibir los 50.000 euros anuales, y que ya había sido fuertemente criticado por la oposición dada su formación como odontólogo y su inexperiencia en el terreno urbanístico.
El Ayuntamiento le justificó como “muy buen gestor”, pero las pérdidas de la URJC durante su dirección no apoyaban las razones del consistorio para su contratación. Momento en el que empezó a hablarse de un nuevo ‘dedazo’ de la alcaldesa.
Fuentes municipales han confirmado a Soyde. la decisión de Vázquez, pero desde el consistorio se niegan a dar más explicaciones
Soyde. ha podido contrastar la información -lanzada por Cadena Ser- con fuentes municipales, que confirman su decisión, pero se niegan a dar más explicaciones. “Nada” es lo que, por ahora, pueden decir de Vázquez.
Pero esa no ha sido la única presión con la que Vázquez ha lidiado, y tampoco el único motivo probable por el que haya abandonado el IMS. También en la mañana de este jueves, la Ser hacía público el contrato blindado que la Clínica de la URJC tenía con Vázquez, rubricado por el entonces rector de la clínica, Fernando Suárez. Pacto que tachan de “irregular”, ya que “contraviene los fines de interés general de la misma”. El pacto contemplaba que, si Vázquez era despedido o, incluso, se marchaba por voluntad propia, tenía derecho a percibir su salario de 300.000 euros como indemnización.
Finalmente, “se llegó a un acuerdo extrajudicial”, aseguró el ahora rector, Javier Ramos, quien tomó la decisión de despedirle. Finalmente, se le abonaron 60.000 euros.