Grave situación la vivida en Móstoles este fin de semana. Según ha hecho público el ayuntamiento de la ciudad, un total de cinco mayores llegaron el sábado a la residencia Juan XXIII del municipio procedentes de un centro en Navas del Rey y bajo orden expresa de la Comunidad de Madrid. Lo peor, las condiciones infrahumanas en las que, al parecer, llegaban los nuevos residentes a Móstoles.
Así lo describe la propia alcaldesa del municipio, Noelia Posse, quien adelantaba la noticia en su cuenta personal de Twitter en un hilo en el que explicaba que se le "partía el alma" ante "la impotencia y el dolor", y ante la dificultad "de tomar decisiones de las que dependen vidas" y "la encrucijada que supone conjugar tu obligación como alcaldesa y tu sentimiento como persona".
La edil aseguraba que, "tras semanas de presiones por parte de la Comunidad de Madrid", la residencia mostoleña se había visto obligada a acoger a estos cinco nuevos residentes sin garantías de seguridad para con los demás internos. Según la regidora, los ancianos llegaron "sin informes personales, sin resultados que confirmen PCR negativas de COVID-19 que garanticen la protección de los demás residentes". Tan solo, indicaba, "un papel con su medicación escrita a lápiz que a penas se ve". "La única información que recibimos es que vienen sin la documentación necesaria".
Los cinco trasladados estaban muy sucios, con fuerte olor a orín, muy cansados, con hambre y sed
Una situación extrema que habría llevado al consistorio de la ciudad a dar aviso de lo acontecido a las autoridades competentes. "Acudimos al juzgado de guardia con el acta policial y el informe de valoración sanitaria por parte del SUMA", explica Posse.
Actuaciones que se traducen en una denuncia en el juzgado de guardia "por la grave situación de abandono" de los mayores, tal y como se hizo constar en el acta policial. Según fuentes municipales, "los cinco trasladados estaban muy sucios, con fuerte olor a orín, muy cansados, con hambre y sed, llevaban levantados desde las 6:30h de la mañana y solamente habían ingerido un café". Su situación, según los trabajadores de la residencia que les recibieron y los miembros de Cruz Roja, que realizó el traslado, era deplorable.
La alcaldesa Noelia Posse ha trasladado al Consejero de Sanidad y Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid la petición de "material y personal suficiente" en la residencia Juan XXIII para poder atender el incremento de cinco personas en el centro.