El tradicional chupinazo ha oficializado el inicio de las Fiestas Patronales 2023 en honor a Nuestra Señora de los Santos. Minutos antes tenía lugar el pregón, que en esta ocasión corrió a cargo de Miguel Ángel Bonilla ‘Boti’, presidente de la Hermandad que da nombre a dichos festejos. ‘Boti’ hizo un alegato en favor del “cariño que tengo por la gente”, y aprovechó la ocasión para reivindicar "el privilegio que supone ser mostoleño". En este sentido, señaló que “en las JMJ he elevado con orgullo la bandera de Móstoles por encima de todas las del mundo”.
En la misma línea se ha expresado el primer edil, Manuel Bautista, quien ha remarcado "el espíritu de unión" como base de estas celebraciones. “Los días de fiesta que tenemos por delante son el pretexto para disfrutar con nuestra familia y con nuestros amigos de las tradiciones que nos caracterizan como pueblo”.
En sus palabras también ha destacado el papel que juegan las peñas en el diseño de estas celebraciones: “Quiero daros las gracias por aportar la nota de color a la vida de esta ciudad, y que tanto bien nos hace. Sois uno de los buques insignia de nuestra historia. Agradezco vuestra implicación para diseñar un gran abanico de actividades, con el fin de asegurar el disfrute de pequeños y adultos”.
Los días de fiesta que tenemos por delante son el pretexto para disfrutar de las tradiciones que nos caracterizan como pueblo
Posteriormente, el alcalde y la concejal de Festejos, Cristina Molina, junto con otros ediles de la Corporación, acudieron al descubrimiento de pañuelos junto a la estatua del peñero. Posteriormente, representantes de las hermandades, colectivos, asociaciones, peñas y miembros del equipo de gobierno se desplazaron a la Ermita de Nuestra Señora de los Santos para entonar la tradicional Salve cantada en honor a la Patrona. Durante la jornada también tuvo lugar, a las 18 horas, la ofrenda floral, que contó con la presencia de autoridades, peñas, hermandades y casas regionales.
El broche final vino de la mano del espectáculo de fuegos artificiales en la explanada del colegio Juan de Ocaña. Un total de 764 kilos de pólvora, repartidos en cinco puntos de lanzamiento, hicieron posible uno de los acontecimientos más señalados del programa festivo.