La oruga procesionaria puede ocasionar urticarias y alergias, así como graves daños en los árboles y peligros para las mascotas. Para controlar y reducir la población de este insecto, y con el fin de prevenir nuevas colonias, se ha procedido a realizar un tratamiento de endoterapia en pinos y cedros.
Este sistema, menos dañino para el medio ambiente, consiste en inyectar los productos insecticidas directamente en los ejemplares, de manera que sólo afecta los parásitos y no al resto de la fauna, personas y animales.
Durante la campaña, que ha finalizado con una alta efectividad en la eliminación de nidos, se han tratado un total de 1.811 pinos, de los cuales 1.201 están ubicados en parques, 126 en colegios y 484 en calles. El efecto del tratamiento tiene una duración de dos años, motivo por el cual cada año se intercalan los árboles que son tratados.
El efecto del tratamiento tiene una duración de dos años
Además se ha procedido a la instalación de 80 trampas de feromonas en Parque Finca Liana y Parque Natural El Soto. Se trata de un mecanismo de monitoreo y captura de machos de procesionaria, instalado en las zonas de mayor concentración de pinos en estos dos parques singulares del municipio.
El Ayuntamiento de Móstoles recomienda evitar el tránsito por zonas con pinos o cedros si se observan hileras de orugas durante las semanas que en que éstas van descendiendo al suelo (especialmente en abril), así como impedir que las mascotas que nos acompañen por el pinar toquen las mismas.
Además, el Consistorio apela al compromiso de las comunidades de vecinos que sean propietarias de zonas con presencia de pinos y cedros afectados por procesionaria, para realizar tratamientos para su control.