La inversión en estos filtros podría considerarse más que necesaria, sobretodo en invierno, evitando las cuestionables dudas que se planteaban sobre la ventilación de las aulas a bajas temperaturas. De esta forma, se podrá lograr evitar un preocupante repunte de casos que formen parte de la segunda ola de una forma responsable y cómoda para los alumnos.

Móstoles cumple así con el compromiso de garantizar la seguridad de los más pequeños en los centros educativos, sopesando la prioridad incuestionable de la necesidad de formación académica a pesar de encontrarse en tiempos de pandemia. Por ello, asumir el coste de la compra de los filtros y su instalación sitúa al gobierno de la localidad en una política más que comprometida con la situación del coronavirus.