La Comunidad de Madrid ha tomado la decisión de rescindir el contrato para la ampliación del Hospital de Móstoles y la mejora de las instalaciones de su edificio principal, debido a "la demora de los trabajos por parte de la empresa adjudicataria de las obras", tareas que "deberían haber terminado en 2023, pero apenas han empezado", tal y como han trasladado fuentes del Ejecutivo regional a las agencias EFE y Europa Press.
El plazo de ejecución de dichas actuaciones, que contemplaban la edificación de un nuevo inmueble de siete plantas y 18.600 metros para urgencias y consultas externas -así como el refuerzo de la estructura ya existente, levantada en la década de los 80-, era de 25 meses a partir del acta de comprobación de replanteo y la autorización de inicio de los trabajos. El contrato fue adjudicado en octubre de 2021 a la UTE Barroso Nava y Compañía y COMSA S.A.U, por un importe de 20.571.977,85 euros -IVA incluido- y firmado con fecha 16 de noviembre por el entonces viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero.
El proyecto se está rehaciendo, buscando las mejores fórmulas e incluyendo nuevas zonas del hospital
El gobierno autonómico indica, por otra parte, que la constructora "exigía modificaciones del contrato que no podían ser asumidas por la consejería de Sanidad", además de "tener pendientes todavía las licencias municipales para empezar a trabajar en ello".
Por su parte, la UTE llegó a pedir la suspensión de las obras e interpuso recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la inadmisión de su petición para la resolución de contrato. En este sentido, alegó la inviabilidad de los trabajos por motivos técnicos, señalando que el proyecto planteaba "soluciones técnicas inadecuadas".
Este nuevo paso permite a la Administración la licitación de un nuevo contrato. En esta línea, desde la consejería de Sanidad aseguran que este proyecto "se está rehaciendo, buscando las mejores fórmulas e incluyendo nuevas zonas del hospital".