El Hospital Universitario de Móstoles ha celebrado el fin de etapa de la promoción de residentes que comenzó su formación en septiembre de 2020, marcada por el impacto del COVID en los hospitales. Entre los aplausos de tutores y compañeros se ha despedido a esta veintena de nuevos especialistas, que tuvo que adaptarse a situaciones críticas desde el primer día que llegó al hospital.
Todos los discursos estuvieron centrados en la perspectiva del paciente y en cómo los sanitarios pueden hacer que se sientan mejor. Hubo referencias al apoyo de la familia, a los retos y desafíos superados, a los miedos, las guardias eternas, la implicación de los tutores y el esfuerzo por reforzar al máximo el aprendizaje y "entrenamiento".
"Habéis vivido en primera línea los momentos más duros de nuestra historia reciente", recordaba durante su intervención Carlos García Cerrada, tutor de residentes del Servicio de Medicina Interna, en clara alusión a la pandemia. "En medio de la incertidumbre y el caos hemos elegido la solidaridad y la camaradería por encima de todo. Hemos aprendido más que nunca a hacer equipo. Es un orgullo haber superado este periodo infame junto a vosotros".
Las continuas referencias a la pandemia han recordado cómo el COVID ha marcado esta etapa de formación. Los aspectos de humanización, más que nunca, han protagonizado unas intervenciones emotivas cargadas de mensajes directos. "Nuestro fin último es cuidar la salud, el don más preciado que tienen las personas", recordaba la doctora Mercedes Martínez, tutora de residentes del Servicio de Anestesia y Reanimación, que les invitó en repetidas ocasiones a cuidarse, a disfrutar de la vida y a tener presente que este hospital "fue, es y será siempre vuestra casa".
Ese sentimiento de "familia" y pertenencia al hospital fue también un mensaje común de los tutores y residentes. La intervención de los doctores Victoria Voces y Enrique Vicente, residentes del Servicio de Psiquiatría que han finalizado este año su formación, se centró en el agradecimiento hacia los profesionales del hospital y en el sufrimiento de los enfermos.
Entre los dos hilaron un discurso emocionante, marcado por la complicidad como profesionales y con los pacientes. "Lo más duro de la residencia ha sido ser testigo del sufrimiento y la vulnerabilidad de los enfermos". Unas palabras que "resumen una visión totalmente humanizada del abordaje integral al paciente y verbalizan una perspectiva humanista de la medicina y los cuidados", señalan desde el centro.
Habéis vivido en primera línea los momentos más duros de nuestra historia reciente
Por su parte, la tutora de matronas, Inés Martínez Hita, mencionó la necesidad de "conectar con los pacientes, de preservar la paciencia y la comprensión en todo momento", así como de "aprender a cuidarse, conocer sus miedos y estar y sentirse bien para poder dedicarse a los demás". Con respecto al futuro, todos los tutores les invitaron a seguir estudiando y ofrecer lo mejor cada día: "vosotros podéis hacer la diferencia en la vida de las personas, en el trato, el cuidado y la atención. Nosotros os hemos enseñado el camino que hay que seguir. Ahora os toca a vosotros seguir aprendiendo".
Esta promoción 2020-2024 comenzó su formación más tarde lo normal por las limitaciones vividas por la pandemia. Ahora, en septiembre, han finalizado su residencia profesionales de las siguientes especialidades: Anatomía Patológica, Pediatría, Medicina Interna, Medicina del Trabajo, Medicina Preventiva y Salud Pública, Hematología y Hemoterapia, Ginecología y Obstetricia, Farmacia Hospitalaria, Matronas, Enfermería Obstetro ginecológica, Enfermería Pediátrica, Oftalmología, Otorrinolaringología, Psicología Clínica, Psiquiatría y Radiología.
El gerente del hospital, doctor Manuel Galindo, inauguró el acto, en el que también participaron la directora de enfermería, Miriam Gazulla, el director médico, Marcelino Cucarella, y la responsable de Docencia, María Segura. Todos ellos les animaron a seguir aprendiendo, a compartir con las nuevas promociones de residentes toda su maestría y a mantener la ilusión y la pasión por la medicina.
La música puso punto y final al evento de la mano del doctor Álvaro Montero, médico del Servicio de Urgencias, que interpretó varias canciones acompañadas por palmas con todo el público asistente.