La sexta promoción de estudiantes del Grado de Medicina de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha dado por concluida su formación en el Hospital Universitario de Móstoles, con un acto de despedida en el que, acompañados por sus familias, se han mostrado orgullosos de haber cumplido el reto de finalizar el grado Medicina, una vez superados los inconvenientes marcados por la pandemia y la presión por la exigencia de los estudios a lo largo de los seis años. Los treinta y dos nuevos médicos que acaban sus estudios se han mostrado "agradecidos y muy satisfechos de haber tenido este hospital público de la Comunidad de Madrid como centro clínico universitario".
El director gerente del Hospital, doctor Manuel Galindo Gallego, y el decano de Ciencias de la Salud de la URJC, el doctor Carlos Goicoechea García, han animado a los alumnos "a seguir estudiando y a no perder nunca la ilusión". Ha sido un acto "impregnado de un ánimo muy alegre por haber ido cumpliendo metas desde la época del Bachillerato, y de sentirse bien preparados y listos para el siguiente reto", tal y como ha explicado la alumna Ana Belén Duque Avilés, que intervino en representación de la promoción. Recordando anécdotas ha retratado a una promoción "ingeniosa, inteligente y divertida ,que ha aprovechado al máximo sus años de estudio y formación". Duque mostró también su agradecimiento al hospital y a todos los médicos "que han dedicado su tiempo a enseñarnos y a compartir experiencias".
La doctora Araceli Ramos Carrasco, miembro del Servicio de Endocrinología y Nutrición, y el doctor Jorge Sánchez-Calero Guilarte, hematólogo y también profesor en esta Universidad, han sido los dos médicos del Hospital Universitario de Móstoles que los propios estudiantes han elegido para intervenir en este evento. En un discurso magistral lleno de sentimiento, entre otros mensajes, la doctora Ramos recordó que "es importante cuidarse, y encontrar un equilibrio entre la vida personal y profesional. Recordad siempre que la medicina es un compromiso de integridad", señaló en su discurso. Por su parte, el doctor Sánchez-Calero quiso dirigirse a ellos no ya como profesor sino como compañero de profesión, centrando su discurso en la relación con el paciente y la empatía con las personas siempre y desde el primer momento, teniendo en cuenta el respeto, la comprensión y importancia de que el paciente se sienta atendido y escuchado. De igual modo, les animó también a ayudar en las tareas de formación y docencia.
Recordad siempre que la medicina es un compromiso de integrida
Por otra parte, la doctora María José Fernández Cotarelo, coordinadora de Docencia Pregrado del Hospital para los alumnos de la URJC, y la doctora Alba González Escalada Mena, coordinadora de la URJC, se dirigieron también a las familias, dándoles la enhorabuena por el logro de los estudiantes y haciéndoles partícipes de la felicidad de un día tan importante para todos. Durante la última parte del acto se entregaron los diplomas de forma personalizada a cada uno de ellos, y todos fueron aplaudidos y vitoreados por sus compañeros, el resto de acompañantes y los médicos del centro que se encontraban presentes.