“Aparte de que la comida sea mala, nos ponen sota, caballo y rey y la alcaldesa pasa de nosotros”. Esta es la queja que expone, en Televisión de Madrid, José Andrés, un mayor que vive en la Residencia Municipal de Móstoles Juan XXIII y que nos muestra un documento firmado por varios residentes que protestan por una alimentación que “no marcha bien” y que hace que “a las comidas no se les pueda llamar como tal” porque, muchos días, las dejan “enteras”. Junto a él, han estado Fernando Rodríguez, Sofía Fernández y Jesús Cases. Todos ellos son familiares que trasladan su preocupación por la alimentación de sus padres y madres y que, por ende, piden atención por parte del Gobierno local. Para ellos, entre las “las culpables de lo que está pasando en la residencia”, se encuentran “la alcaldesa, la señora Posse” y “la señora Triviño, la concejala, que nos miente todas las veces que le da la gana”.
¿Por qué no se escucha a los afectados? ¿Han podido exponer sus quejas a la alcaldesa de Móstoles? ¿Cómo ha empeorado el estado de salud de uno de los residentes por "baja ingesta oral"? No te lo contamos nosotros. Te lo cuentan, en primera persona, un residente y varios familiares que conocer de cerca la situación
Así lo explicó en Televisión de Madrid, José Antonio en el mes de febrero:
"Nos dan de comer una porquería y hay platos que están en malas condiciones”. Así habla José Andrés, que vive en la Residencia Municipal Juan XXIII y ha encontrado en Soyde. una oportunidad para alzar la voz. Y es que, esta no es la primera vez que se queja del servicio de catering a cargo de ALIRSA, la empresa que, “desde hace cuatro meses”, se encarga de servir la comida en la residencia. “Todo son buenas palabras y nulos resultados”, expresa, recordando el tiempo en que ejercía de veterinario y hacía inspecciones sanitarias. “Yo llegaba a desplazarme desde Madrid hasta el matadero de Seo de Urgel para comprobar si era verdad una queja”, comenta, esperando que alguien responda a las suyas. “Si pudiera salir a la calle iría al Juzgado y pondría una denuncia”, sostiene.
“De Noelia Posse para atrás”, explica José Andrés, que lleva 11 años en la Residencia Municipal Juan XXIII, las cosas “funcionaron perfectamente con cualquier alcalde […] De vez en cuando venían a ver cómo estábamos […] pero Noelia Posse vino a ver cómo estaban unas sombrillas que había puesto, no a vernos a nosotros”. Marcelino también se queja, pero nadie “hace ni caso […] La comida ya viene hecha” lamenta, señalando que no queda ninguna cocinera en la Residencia Juan XIII de Móstoles. Eso sí, como José Andrés, Marcelino reconoce el buen hacer de las auxiliares, que, según apuntan, están al tanto de la situación. “Si estas mujeres se destapan se les cae el pelo, pero ante nosotros reconocen que marcha todo mal”, explica José Andrés.