“El mineral que da cáncer”, así es conocido el amianto (o asbesto). Fue uno de los materiales de construcción estrella en España durante todo el siglo XX, se utilizó para fabricar placas onduladas que servían como cubiertas para los tejados y para construir tuberías. Sin embargo, a principios de la década de los 2000, comenzó a prohibirse en países desarrollados, y su uso quedó, definitivamente, restringido por la Unión Europea en 2005 debido a su relación con el cáncer de pulmón.
Móstoles se encuentra, ahora, en el punto de mira respecto a este problema de salud pública. La presidenta del AMPA del CEIP Alonso Cano se puso en contacto, tal y como aseguran desde el PP de Móstoles, con la formación popular para “trasladarles la preocupación de los padres y madres del centro por la presencia de amianto”. Una queja que fue trasladada a la Comisión de Limpieza de los Colegios Públicos, a través de la que se ha conseguido el objetivo: el consistorio mostoleño ha asegurado que el próximo verano procederá al desamiantado del CEIP Alonso Cano.
El edil de Medioambiente ha asegurado que no existe ningún tipo de incidencia para la salud porque, para que fuese peligroso, habría que manipular o romper las placas de uralita que están en las cubiertas del colegio
Los trabajos correrán a cargo del Plan de Inversión Regional (PIR) y, según indican desde el Ayuntamiento, será a lo largo de este mes cuando lo presenten a la Comunidad de Madrid para su aprobación definitiva. Se ha asegurado, también, la ‘limpieza’ de otros dos puntos de amianto, la realización de un mapa de centros públicos afectados (en Móstoles, hay 36 construidos todos ellos antes de 2002) y la medición del aire.
El concejal de Medioambiente, Parques y Jardines y Limpieza Viaria Miguel Ángel Ortega ha indicado que será la segunda fase de las obras del recinto la que incluirá el arreglo del lucernario, que es por donde podría filtrarse alguna fibra, y la eliminación de cubiertas “donde se ha localizado”. “Si todo va bien”, aseguraba el edil, “estaremos actuando en junio o julio de este año, que es en el único momento en el que se pueden hacer este tipo de obras”.
No hay riesgo para la salud
El consistorio mostoleño, en palabras de Ortega, ha pedido “tranquilidad a los padres”, asegurando que, en principio, “no existe ningún tipo de incidencia para la salud”. El concejal aseguraba que “para que fuese peligroso”, habría que “manipular o romper las placas de uralita que están en las cubiertas del colegio para que desprendan fibras, y no es el caso porque la cubierta está en perfecto estado de conservación”.