Una vez que en 2019 obtuvo autorización para el funcionamiento de una Unidad de Inseminación Artificial con laboratorio para capacitación espermática, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos acaba de completar la oferta asistencial de su Unidad de Reproducción Asistida con técnicas de fecundación in vitro (FIV) -técnica que permite que los ovocitos de la paciente se fecundan en el laboratorio, con los espermatozoides de la pareja o donante-, criopreservación de gametos -óvulos o espermatozoides, por razones médicas-y vitrificación embrionaria -criopreservación de preembriones sobrantes de un ciclo de FIV con el fin de su utilización posterior-, con el fin de poner al servicio de sus pacientes "la tecnología más innovadora, una cartera de servicios amplia y de calidad, sistemas de gestión, seguridad y excelencia acreditados, profesionales especializados y el trato más humano y cercano".
Tal y como explica su responsable, la Dra. Belén Acevedo Martín, los objetivos de esta nueva unidad incluyen "agilizar el acceso a las técnicas de reproducción humana asistida en las personas con deseo reproductivo no cumplido; aumentar la disponibilidad de las mismas en un área sanitaria con insuficiente oferta; mejorar su accesibilidad, acercando estos tratamientos a la población del Sur de la Comunidad de Madrid; favorecer la libre elección de hospital donde la persona desea recibir la prestación y prestar una atención humanizada, acompañada de seguridad clínica, eficacia y efectividad".
Gracias a esta cartera de servicios, a la que próximamente se sumará la donación de óvulos (ovodonación), "los tratamientos de reproducción humana asistida disponibles en nuestro centro podrán ayudar a lograr la gestación en aquellas personas con imposibilidad de conseguirlo de forma natural, no susceptibles a tratamientos exclusivamente farmacológicos, o tras el fracaso de éstos", siempre que se ajusten a los criterios de inclusión generales para los tratamientos de reproducción humana asistida y específicos para la técnica a utilizar en cada caso concreto, y una vez descartados los criterios de exclusión, establecidos para el ámbito del Servicio Público Madrileño de Salud en su área única.
Para ello, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos cuenta con cinco ginecólogos, dos biólogos, dos auxiliares de Enfermería y una enfermera, y está dotado con dos consultas, un quirófano totalmente equipado, una sala de reposo para la adaptación al medio y un laboratorio con tecnología de última generación, que destaca por un sistema de trazabilidad automatizada para aumentar la seguridad del proceso y las pacientes, así como un equipo de incubación time-lapse preparado para aplicar mejoras basadas en la inteligencia artificial.
Los objetivos de esta nueva unidad incluyen agilizar el acceso a las técnicas de reproducción humana asistida en las personas con deseo reproductivo no cumplido
Digitalización al servicio de las pacientes
Además, alineado con la apuesta del centro por las nuevas tecnologías (tanto sanitarias como de gestión) y la digitalización al servicio de las pacientes, su salud y calidad de vida, y de la humanización de la atención sanitaria, la nueva Unidad de Reproducción Asistida del hospital mostoleño pone a disposición de las usuarias el Portal del Paciente, principal canal de comunicación bidireccional con ellas, con herramientas como los servicios y consultas no presenciales y las vías clínicas. Con esta aplicación se persigue ofrecer una atención rápida e integral, dirigida a "minimizar los potenciales daños psicológicos y de resultados que pueden generar las prolongadas listas de espera, y causando las mínimas molestias en forma de desplazamientos o pérdida de tiempo y horas de trabajo, para que las pacientes puedan ser partícipes de su proceso de salud de forma activa, responsable y transparente", indica la Dra. Acevedo.
Previsiones de futuro
Tras haber empezado a atender a sus primeras pacientes a principios de junio y llevar a cabo las dos primeras punciones ováricas el pasado día 7, con nada menos que 12 y 19 ovocitos, respectivamente, la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Rey Juan Carlos prevé realizar unos 400 ciclos en 2023, con una media de diez punciones semanales, e incrementar estas cifras en el próximo ejercicio completo, consolidándose en el menor tiempo posible como referencia de calidad y seguridad en este tipo de procedimientos, tanto por volumen asistencial como por resultados, en el Sur de la Comunidad de Madrid.
"Ofrecer las técnicas más innovadoras, una cartera de servicios amplia y de calidad, sistemas de gestión, seguridad y excelencia acreditados y el trato más humano y cercano para afrontar el reto de atender las necesidades de la sociedad en el campo de la reproducción, que consideramos un bien social futuro, sitúa a nuestras pacientes verdaderamente en el centro de la atención sanitaria y de nuestra actividad, permitiendo que sea ella quien nos elija y exija", concluye la Dra. Acevedo.
La infertilidad está considerada ya un problema de salud, observándose un aumento progresivo de su prevalencia por diversos factores, entre los que destaca el retraso del primer embarazo, principal factor de riesgo conocido de esterilidad. De hecho, la edad media a la maternidad no ha dejado de aumentar desde 1980, y en 2019 se situaba en 32,3 años a nivel nacional y en 33,1 en la Comunidad de Madrid, a pesar de que es sabido que la capacidad reproductiva, máxima entre los 20 y los 30 años, comienza a disminuir progresivamente a partir de esa edad, hasta bajar del 5% a los 40 años.
Este escenario hace que las tasas de esterilidad ronden el 14-16% de la población española; que la tasa bruta de natalidad (número de nacidos por 100.0000 habitantes) fuera en 2020 de 7,2 hijos en España y de 7,7 en nuestra región; que la tasa global de fecundidad (número de nacidos por cada 1.000 mujeres) se situara ese año en 32,28 en España y en 32,5 en Madrid; y que el número de hijos por mujer siga disminuyendo, ya que, tanto a nivel nacional como regional, las mujeres tienen entre uno y dos hijos, siendo cada vez más las que solo tienen uno.
Como consecuencia de esta situación, la población está envejeciendo, y "es necesario atenuar en lo posible esta tendencia para hacer frente al desequilibrio demográfico, y responder a la mayor demanda de las técnicas de reproducción en la que se traducen los nuevos modelos de familia". Todos estos motivos han requerido plantearse un incremento de la oferta de las citadas técnicas, a lo que respondió el Plan Estratégico de protección a la maternidad y paternidad y fomento de la natalidad y la conciliación que la Comunidad de Madrid aprobó en 2022. Entre las 80 medidas que contempla esta estrategia, se incluyen ocho encaminadas a fomentar, favorecer y facilitar el incremento de la natalidad, mejorando el diagnóstico precoz de los problemas de fertilidad y la accesibilidad y disminuyendo el tiempo de demora de acceso a las consultas y técnicas de reproducción humana asistida, y que justifican la necesidad de incrementar el número de centros que puedan ofrecerlas, una vez mejoradas su seguridad clínica, eficacia y efectividad, para satisfacer la expectativa generada.