La sombra de la duda sobre posibles estrategias planea sobre Noelia Posse, una vez más. Ahora, debido a la recién aprobada modificación del régimen de retribuciones con el apoyo de PSOE y Podemos, al que se suma el concejal no adscrito César Ballesteros, los dos concejales tránsfugas de Ciudadanos (Cs) Móstoles (el propio César y Sara Isabel Pino) mantendrán su condición de dedicación parcial (29%) al formar parte de más de tres Comisiones de Pleno. Sara Isabel Pino continúa de baja por enfermedad, por lo que no ha estado presente en el pleno.
La iniciativa sacada adelante significa, de forma simple, que los dos concejales no solo cobrarán las dietas por asistencia a los Plenos del Ayuntamiento de Móstoles, tal y como marca el Pacto Antitransfuguismo, impulsado por el propio PSOE, sino que formarán parte de la actividad de las comisiones, una responsabilidad determinada que les permite cobrar un mayor sueldo.
Para más detalle, esta modificación se sucede solo unos meses después de que en junio de 2019 el mismo ayuntamiento aprobase las nuevas retribuciones de los concejales, tanto en régimen de dedicación exclusiva como parcial, y en las que se contemplaba que los concejales en la situación de César y Sara Isabel solo cobrarían los plenos. La situación ha cambiado, y la sombra de la duda viene ahora.
La oposición acusa al PSOE de maniobrar de forma un tanto ‘oscura’ respecto al asunto, llegando a asegurar que Posse les ha hecho “un traje a medida” a los dos fugados de la formación naranja. El motivo más evidente para creer tal afirmación sería que la suma de los dos concejales + PSOE + Podemos da un total de 12 sillones. La mayoría absoluta que Posse no tiene desde que Más Madrid, con Gabriel Ortega a la cabeza, abandonase el pacto de gobierno con la regidora mostoleña tras sus sucesivos escándalos mediáticos, por todos conocidos.
Un apoyo que a Posse le garantizaría una gobernabilidad tranquila, sin tener que negociar en demasía con Ortega, con quien mantiene una tensa relación desde hace tiempo.
El apoyo de los dos concejales le garantizaría a Posse una gobernabilidad tranquila, ya que volvería a sumar 12 sillones
Lo cierto es que, sea como fuere, la casualidad de la marcha de los dos concejales parece ser, cuanto menos, reseñable. Su marcha le da a la alcaldesa la posibilidad de contar con dos votos a favor que no podría obtener de otro partido (más allá de los nombrados, solo quedan PP y Vox), se ha aprobado, con ello, una modificación retributiva que no tiene demasiada excusa (la normativa ya dictaba cuál debía ser la decisión), y todo ha ocurrido antes de la presentación de los Presupuestos de 2020, que ya se estaban negociando, y que, aunque previsiblemente iban a salir adelante, no había garantías.
El portavoz del PSOE en Móstoles, Alejandro Martín, ha defendido el ‘honor’ del partido asegurando que “estos dos señores -en relación a César y Sara Isabel- votarán lo que ellos quieran”, y ha disparado la misma bomba al PP. “Si votan a favor de alguna de sus iniciativas, entonces habrá que pensar mal de ustedes”, le ha esputado a Mirina Cortés, portavoz de la formación popular, tras ella insinuar justo lo contrario.
Durante el pleno, los ataques a Ballesteros han sido un continuo, tanto por parte del público asistente como de sus propios ex colegas de partido. “Apátrida”, “mentira” y "fraude para la democracia" han sido solo algunos de los apelativos que le han dedicado. Desde Cs, siguen pidiendo a Posse que reconsidere su decisión.