Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo y, junto a las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos (ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca…), siguen teniendo impacto tanto en países desarrollados como en aquellos con ingresos más bajos. Sin embargo, una estrategia preventiva basada en cambios de estilo de vida puede evitar gran parte de estas afecciones.
"La buena noticia es que muchas de las enfermedades del corazón pueden prevenirse", destacan los especialistas del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, quienes, durante una jornada dedicada a la salud cardiovascular y organizada con motivo del Día Mundial del Corazón, subrayaron la importancia de mantener hábitos de vida saludables, tales como una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y la gestión adecuada del estrés, pilares fundamentales para reducir el riesgo de sufrir un evento cardiaco.
Por ese motivo, el hospital mostoleño ha puesto el foco en la relevancia de la prevención en salud cardiovascular con un conjunto de actividades dirigidas a informar y concienciar sobre el cuidado del corazón, bajo el lema "Dale marcha a tu corazón". A través de conferencias y actividades, los especialistas del centro han subrayado la importancia de seguir hábitos de vida saludables para evitar la aparición de enfermedades cardíacas, frenar su progresión y mejorar la recuperación tras un evento cardiovascular.
La XI Jornada del Día Mundial de Corazón del Hospital Universitario Rey Juan Carlos contó con la participación de su personal de Enfermería, que ofreció a numerosos pacientes, familiares y visitantes la oportunidad de realizarse un cálculo personalizado de riesgo cardiovascular, considerando factores como el índice de masa corporal, la glucemia y la tensión arterial. Estas mesas informativas, instaladas en la entrada principal del hospital, permitieron a los asistentes informarse sobre los principales factores que inciden en su salud cardiovascular.
En esta línea, las profesionales de Enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos impartieron un taller de reanimación cardiopulmonar (RCP), en el que los asistentes aprendieron técnicas vitales que pueden marcar la diferencia entre salvar o no una vida en situaciones de emergencia.
La buena noticia es que muchas de las enfermedades del corazón pueden prevenirse
Soluciones prácticas para la salud del corazón y resolución de dudas
La jornada incluyó también varias conferencias bajo el título "Soluciones prácticas para la Salud del Corazón. Tengo dudas ¿quién me las puede resolver?", en las que se ofrecieron recomendaciones para vivir más y mejor en el ámbito del tratamiento y los hábitos de vida cardiosaludables.
La Dra. Petra Sanz Mayordomo, jefa del Servicio de Cardiología del hospital, abrió la jornada recordando que "un estilo de vida saludable no sólo previene la aparición de enfermedades cardíacas, sino que también ayuda a frenar su progresión y mejorar la recuperación en aquellos que ya han sufrido un evento cardiovascular". En su intervención intentó también resolver las dudas más frecuentes que los pacientes le plantean en su práctica diaria.
Por su parte, el Dr. Ignacio del Villar Belzunce, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del centro mostoleño, abordó el impacto del sedentarismo en la salud cardiovascular, solventando las dudas que surgen cuando se vuelve a hacer ejercicio tras un infarto. Subrayó también la importancia de los programas de rehabilitación cardiaca, que "no sólo ayudan a recuperar la capacidad funcional de los pacientes, sino que también disminuyen significativamente el riesgo de sufrir futuros eventos cardiovasculares".
Por otra parte, también se trató la importancia de una buena alimentación de la mano del Dr. Carlos Casado Cases, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Rey Juan Carlos, quien hizo hincapié en la dieta mediterránea como una de las mejores herramientas para proteger el corazón. "La dieta mediterránea no sólo protege el corazón, sino que también reduce los factores de riesgo como el colesterol elevado y la hipertensión", afirmó el especialista. Subrayó además que evitar alimentos ricos en grasas saturadas, como las carnes rojas y los productos procesados, ayuda a reducir significativamente el riesgo de eventos cardiacos.
La jornada finalizó con el abordaje psicológico de estas patologías. En este sentido, Lorena García Vargas, psicóloga del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica del hospital mostoleño, explicó que "el estrés prolongado y mal gestionado supone un factor de riesgo cardiovascular, de la misma manera que la hipertensión, el tabaquismo o una mala alimentación, entre otros". Además, destacó la importancia de enseñar a los pacientes estrategias para manejar el estrés, ya que esto contribuye significativamente a reducir el riesgo de futuros eventos cardíacos.