Mucho me temo que en España no tenemos claro lo que es ser de centro, o peor, lo confundimos con la equidistancia cuando, en realidad, es todo lo opuesto. Para ser de centro hay que tener unas convicciones firmes, por ejemplo, supone tener la firme convicción de que las políticas deben hacerse para todas las personas y no solo para las que te votaron, supone la convicción de que cuando se vota hay que hacerlo en función de lo “que” se propone y no de “quien” lo propone, supone pensar que cualquiera que utilice el dinero de todos para su propio beneficio no es “de los tuyos” y deba ser expulsado o cesado inmediatamente y por supuesto, ser de centro es intentar llegar a acuerdos con el que piensa distinto, aunque no siempre se consiga.
Pero ser de centro tiene un coste, yo he perdido la cuenta de las veces nos han llamado veletas a los de Ciudadanos con la intención de humillarnos, ahora bien, si ser veleta es oponerse al sectarismo y buscar acuerdos con el que piensa diferente, entonces sí, soy un veleta . Yo soy liberal, creo firmemente que la libertad es la mejor fórmula para que todos tengamos la posibilidad de desarrollar nuestro proyecto vital de la mejor forma posible y por eso, apuesto por los impuestos bajos que tanto odia la izquierda y por defender los derechos conquistados que la derecha no apoyó y posiblemente no le importaría sacrificar, pero entiendo que en la sociedad existen otras realidades y es nuestro trabajo entendernos con ellas.
Estamos en un momento muy delicado para España, la gente lo está pasando realmente mal y la tentación de buscar soluciones fáciles y rápidas es grande, muchos partidos se aprovechan de ello, y no les importa fomentar la polarización, esa polarización que rompe familias y amistades como ya hemos visto en otras partes de España, desde Ciudadanos somos conscientes de lo que nos estamos jugando el 4M, Madrid es maravillosa, no importa de dónde vengas, ni lo que pienses o a quien votes, aquí la gente viene a trabajar y se queda a ser feliz, esto es Madrid hoy, pero conviene recordar que también era así Barcelona hace 20 años.