El pueblo saharaui lleva cuarenta y seis años esperando que se cumpla la legalidad internacional y así poder tener derecho a decidir su destino. España, como su antigua potencia colonial, tiene el mandato de la ONU de trabajar en ese destino y por ello, durante todos estos años, con mayor o menor ímpetu, los distintos gobiernos de la nación han defendido que debe realizarse el referéndum de autodeterminación que exige la ONU, para que los saharauis voten lo que quieren ser o hacer.
Por todo lo anterior, somos muchas las personas que estamos completamente sorprendidas por el giro de ciento ochenta grados que ha llevado a cabo Pedro Sánchez, traicionando al pueblo saharaui, saltándose la legalidad internacional y plegándose a los deseos del dictador marroquí Mohamed VI.
Los saharauis son pocos y están solos. Malviven en campos de refugiados en pleno desierto del Sahara, en unas condiciones inhumanas, solo paliadas en parte por la solidaridad de personas y organizaciones de la sociedad civil de varios países, especialmente el nuestro. No tenemos derecho a traicionarles de esta manera y dejarles solos, por oscuros intereses que además Pedro Sánchez tampoco nos ha contado.
Somos muchas las personas que estamos completamente sorprendidas por el giro de ciento ochenta grados que ha llevado a cabo Pedro Sánchez.
Hablamos de un territorio ocupado por España y convertido en colonia durante casi cien años. Ellos no pidieron ser colonizados y menos aún pidieron que en lugar de devolverles su libertad, les abandonáramos en manos del ejército marroquí; su dictador de entonces, padre del actual, empleó con salvajismo contra ellos.
Desde Podemos rechazamos completamente esta posición adoptada por el PSOE, decisión a la que de manera casi inédita se han opuesto absolutamente todos los partidos del Congreso, porque en este caso, la decisión de Sánchez va en contra del sentir del pueblo español.
Desde luego, por nuestra parte, el pueblo saharaui puede tener claro que va a seguir teniendo nuestro apoyo y que su causa no va a caer en el olvido.
Fdo: Mónica Monterreal Barrios.