La Fundación IMDEA Energía lidera y coordina un proyecto destinado a la producción de combustibles de aviación sostenibles, elaborados a base de residuos orgánicos caracterizados por un alto contenido en agua, como desechos de comida o material orgánico procedente de la industria alimentaria, con el fin de reducir la huella de carbono en el sector de la aviación.
Con el fin de permitir esta conversión, se establecerá una vía novedosa que implica procesos híbridos y catalizadores multifuncionales, contribuyendo a implantar tecnologías de energías renovables sostenibles, seguras y competitivas en Europa, impulsando el uso de biocombustibles avanzados listos para su comercialización. Financiada por el programa Horizonte Europa de la Unión Europea, una subvención de casi 3 millones de euros apoyará la investigación y el desarrollo de diversos procesos bioquímicos y termocatalíticos, combinados en cascada para obtener la materia prima a partir de los restos orgánicos.
Todo el equipo está muy motivado y con muchas ganas de trabajar duro para obtener nuevos y perspicaces resultados
El proyecto BIOCTANE, cuyo nombre completo es «Integración sinérgica de la biotecnología y el análisis termoquímico para la conversión de residuos orgánicos en combustible de aviación», cuenta también con la participación de la Universidad Rey Juan Carlos y otras instituciones de investigación que se han asociado a la iniciativa, como el Institut National De Recherche Pour L’Agriculture, L’Alimentation Et L’Environment (INRAE) de Francia, el Paul Scherrer Institute (PSI) de Suiza, y el Instituto de Microbiología Tecnológica de la Universidad Técnica de Hamburgo y el Instituto de Tecnología Medioambiental y Economía Energética y la Iniciativa de Aviación para las Energías Renovables de Alemania, aireg e.V.
"Nuestro propósito en el proyecto BIOCTANE es hacer más sostenible la aviación utilizando los residuos orgánicos como recurso. Todo el equipo está muy motivado y con muchas ganas de trabajar duro para obtener nuevos y perspicaces resultados", señala Patricia Pizarro de Oro, Coordinadora del proyecto BIOCTANE.