Un grupo de seis estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid ha llevado a cabo, durante el mes de diciembre, un proyecto solidario en beneficio de Cruz Roja Móstoles. Sheila Sánchez, Silvia Rojo, Mónica Muñoz, Carmen Ríos, Lola Navas y Rocío Villa, que forman parte de la clase Educación en Valores: Igualdad y Ciudadanía, de primero de carrera del doble grado de educación infantil y primaria, han desarrollado un proyecto sobre el derecho al nivel de vida adecuado, en este caso de los más pequeños.
Dentro de este contexto, han ideado una serie de charlas de sensibilización sobre el tema, que han tenido lugar los días 9 y 10 de diciembre para, más adelante, hacer una recogida de juguetes usados entre el 13 y el 17 del mismo mes. La recogida fue de unos 140 juguetes, que fueron reparados y preparados para ponerlos a la venta en un mercadillo solidario el pasado día 21. Todo lo recaudado ha sido donado al Proyecto “Intervención Familiar con Infancia en Riesgo” de Cruz Roja Móstoles.
El citado proyecto (IFIR) de la entidad humanitaria está dirigido al trabajo con las madres y/o padres (referentes familiares) de niños y niñas de 6 a 17 años, mediante el desarrollo de estrategias educativas y de crianza, con el objetivo de aumentar sus capacidades para disminuir las situaciones de desprotección y riesgo socioeducativo. Fomenta la conciliación familiar y laboral a través de actividades para los niños y niñas en horario extraescolar, promueve el desarrollo emocional, social y educativo y despliega un catálogo de ayudas económicas que permitan cubrir sus necesidades. Durante el último año 196 personas se han beneficiado de él.
El proyecto IFIR de la entidad humanitaria está dirigido al trabajo con las madres y/o padres (referentes familiares) de niños y niñas de 6 a 17 años, mediante el desarrollo de estrategias educativas y de crianza, con el objetivo de aumentar sus capacidades para disminuir las situaciones de desprotección y riesgo socioeducativo.
Todo este proyecto ha sido realizado en el C.E.I.P. Virgen del Cortijo de Madrid, lugar de estudios de algunas de estas jóvenes. “Todo menor se merece abrir un regalo nuevo en Navidad, esté en la situación que esté”, declara una de las jóvenes implicadas en el proyecto. “Por ello recogemos los juguetes y los ponemos a la venta. Es una buena forma de darle un segundo uso y, así, ayudar a la mejora del medio ambiente. Pero los compra quien quiere, no se los entregamos a una familia en situación de vulnerabilidad que no puede elegir”.