Donar sangre de manera regular es importantísimo. Ahora tenemos la oportunidad perfecta con la maratón que organiza el Hospital Universitario de Móstoles para el próximo martes 16 de noviembre, en horario de 10 a 20 horas. Además, para los donantes el aparcamiento es gratuito en el centro comercial ubicado frente al hospital, y si residimos en otro municipio, cabe recordar que desde el centro de transfusión de la Comunidad de Madrid se han programado maratones en casi todos los hospitales de Madrid, por lo que no hay excusa alguna.
Vanessa Calcerrada, enfermera del banco de sangre del Hospital Universitario de Móstoles, nos explica la importancia de esta iniciativa altruista, que salva la vida de muchas personas cada año, y resulta de vital relevancia en este momento, dado que en Madrid no se han recuperado los niveles de sangre previos a la pandemia: “Siempre necesitamos un nivel grande de participación ciudadana, pero ahora más porque hay muchas necesidades transfusionales, ya no sólo por COVID, si no por muchas patologías hematológicas y cirugías en las que la transfusión es esencial, y las reservas siempre deben estar llenas”, apunta.
Por otra parte, es vital conocer el hecho de que la periodicidad con la que se puede donar sangre es, en el caso de los hombres, de cuatro veces al año. Pueden hacerlo cada tres meses, si bien “se les puede llamar antes por necesidades especiales, pero siempre sin sobrepasar el máximo anual; ponemos ese intervalo de tiempo para que sea más fácil para ellos saber cada cuánto tienen la opción de venir”. Para las mujeres, asimismo, el baremo estipulado es de tres donaciones al año.
El perfil del donante es cualquier persona de 18 a 65 años, “prorrogable por autorización médica si son donantes habituales”, con un peso superior a 50 kilos, y siempre que “la tensión y la hemoglobina estén dentro de parámetros normales durante el día que se viene a donar”. Actualmente, dada la situación sanitaria actual, también se requiere “no haber estado en contacto durante los últimos 15 días con ningún paciente confirmado con positivo en covid”.
El perfil del donante es cualquier persona de 18 a 65 años, “prorrogable por autorización médica si son donantes habituales”, con un peso superior a 50 kilos.
La disponibilidad de suficientes existencias de sangre en sus respectivos grupos ha contribuido a salvar muchas vidas: “En casos de extrema urgencia, como cuando una cirugía se complica por cualquier motivo y el sangrado es abundante, el tener los hemoderivados, los componentes sanguíneos facilita mucho las cosas. Siempre hablamos de los concentrados de hematíes, pero hay que darle importancia a las plaquetas y el plasma. También está el caso de pacientes hematológicos, como por ejemplo quienes padecen leucemia”.
Algunos episodios en los que, gracias a las donaciones de sangre procedentes de terceros, se han vivido auténticos ejemplos de vida, quedan marcados en la retina de estas profesionales de la Sanidad: “Hace poco, en la Comunidad de Madrid, ha habido un caso de transfusión intraútero, y ese bebé está a día de hoy con su madre gracias a dicha transfusión”.
Respecto a los diferentes grupos sanguíneos, Calcerrada sostiene que todos ellos son igualmente necesarios: “Es verdad que hay más pacientes 0 positivos y A positivos, pero también tenemos el beneficio de que hay más donantes de dichos grupos, así que necesitamos los AB, que son más difíciles de conseguir porque hay menos población. El 0 negativo nos ayuda en todo porque es el donante universal que siempre nos viene bien, pero todos ellos son igualmente fundamentales”, concluye.