Víctor López es, hasta el momento, y tras 22 años de entrega, regidor de Batres, municipio de 2.000 habitantes al sur de la región. No obstante, ha tomado la decisión de presentar su candidatura para las próximas elecciones en la ciudad de Móstoles, localidad que le vio crecer. Así lo transmitió hace unos días en un comunicado personal publicado en la página web institucional, donde explicaba los motivos de “orientar las inquietudes políticas a otro ámbito”, antes de dar a conocer su nueva andadura en un acto celebrado en el Centro Sociocultural El Soto el pasado 22 de abril.
Para ello, pone al servicio de la ciudadanía “un proyecto propio y personal” bajo las siglas de un partido denominado ‘Somos’, una nueva formación política “asentada en el desarrollo de ideas de gestión, organización y conciliación, más que en ideologías”. Nos ha contado más sobre ello en nuestros estudios de Televisión Digital de Madrid: “empecé a barruntar la idea de dar un salto y salir de la zona de confort después de que, tras mi acto de rebeldía ante las eléctricas, se pusieran en contacto conmigo muchas personas, pidiéndome que defendiera la que era mi ciudad de toda la vida”.
Una plataforma política ya legalizada y que cuenta con “funcionarios y también personas del sector privado, con experiencia en gestión”, con la finalidad de “estructurar, reorganizar, motivar y controlar el trabajo de los empleados públicos”. En este sentido, López asegura que una de las mejoras a implementar pasa por sortear “la connivencia político sindical que existe desde hace muchos años, como en otras grandes ciudades, y la desidia”, para lo que será necesario “un estudio interno, para ver cómo está la situación del Ayuntamiento”.
¿En qué aspectos puede ‘Somos’ mejorar Móstoles?
“Hay una cierta desafección de la ciudadanía respecto a sus representantes”, indica. “Nosotros pretendemos ofrecer una candidatura diferente y venimos hacer política para mostoleños, sin tener que depender del criterio ni tener que doblegarnos ante lo que nos digan nuestros ‘hermanos mayores’, como ocurre con los partidos grandes; somos un grupo que no lleva colores, éste es un proyecto comprometido y con muchísima vocación de servicio público”.
“Nuestro proyecto es defender Móstoles desde lo que nos une, porque es una ciudad que aún no ha despegado, y lo que no podemos hacer es utilizar las ideologías, con gente capaz de visionar lo que es el interés general”, sostiene. “Al final la política se ha convertido en el trampolín de los mediocres, necesitamos que se acabe el amiguismo en política, porque es la simiente de la corrupción”, subraya, remarcando que “Víctor López tiene muchos amigos; el alcalde de Batres, ninguno”.
El amiguismo, en política, es la simiente de la corrupción.
De un municipio de 2.000 habitantes, a otro de 200.000
Gobernar Batres se perfila muy diferente a gestionar una gran urbe como Móstoles. “Por mi mesa pasa, de manera directa, el 98% de la gestión, yo firmo hasta un certificado de empadronamiento; sin embargo, en municipios mucho más poblados, la delegación de funciones es mayor”. Por otra parte, Batres cuenta con una idiosincrasia especial, compuesta por dos núcleos de población separados por 23 kilómetros, un 75% de Parque Regional, siendo conjunto Histórico-Artístico, que hace de su gobernanza “muy difícil, si se quiere hacer bien, lo que ha supuesto un máster en política local para mí, uno ya viene aprendido”.
“Yo sé lo que es trabajar, tengo una experiencia laboral, académica y de vida, sé lo que es agacharme para hacer una casa, sacar adelante una carrera y un posgrado, sé lo que es irse al extranjero para buscarme un horizonte diferente. Tengo canas, pero también tengo ganas. No puedo quedarme quieto frente al televisor, viendo lo que sucede, y no hacer nada, porque lo que hay ahí es de todos, y por eso debería estar mucho más protegido que lo que es de uno solo. Los trabajadores y pequeños empresarios son el motor de un país”.
El Río Guadarrama y su protección, asignatura pendiente
Móstoles comparte con Batres la importancia del cuidado del Río Guadarrama, actualmente convertido en un vertedero ilegal al que van a parar toneladas de escombros, restos de desguace, plásticos y desperdicios. Hace apenas unas semanas, una reunión administrativa, celebrada en el Patio de Armas del Castillo de la localidad, trataba de acercar y consensuar posturas entre las entidades implicadas, con el fin de sentar las bases para llegar a una solución en este sentido.
“El problema ya empieza en Las Rozas, pero la depuradora de Móstoles está generando la mayor parte de la contaminación del Río, con valores ambientales de fosfato muy elevados. Existe un desprecio absoluto por ese legado natural desde la clase política. Yo me bañaba con mis amigos hace años y quiero que mis hijos puedan bañarse en un futuro, es un Parque Regional Protegido y están llegando sanciones por no cuidarlo”, comenta.
“Hay que buscar un plan integral, porque esto se ha convertido en una cloaca que está costando salud pública, y no puede ser que un Ayuntamiento como Batres, el más pequeñín de la familia, esté impulsando esto, porque yo no tengo capacidad; tengo voluntad, pasión y tesón, pero no la posibilidad de movilizar a gran escala”, añade.