Muchos establecimientos y espacios, público y privados, se vieron obligados a su cierre cuando se decretó el Estado de Alarma. El objetivo de esta medida fue ponerle freno a la expansión del virus que ya reaviva en todo el territorio español.

Tras este cierre, casi por completo, comenzó una desescalada que se dividió en diferentes escenarios o periodos en los que los ciudadanos volvían a la normalidad. Sin embargo, el aumento de contagios volvió a provocar cierres perimetrales y de establecimientos no esenciales en las localidades.

Pero este no ha sido el único motivo de cierre ya que el temporal Filomena ha obligado a algunas localidades a echar el cierre de forma temporal. Ahora, el tradicional mercadillo que se celebra martes y sábado se había suspendido temporalmente por las inclemencias meteorológicas.