El sistema educativo actual es arcaico y habría que exigir a los padres que no deleguen las responsabilidades únicamente en los profesores. Es muy necesario que rompamos la espiral en la que estamos inmersos. Para solucionar las carencias del sistema, el profesorado debería dar un vuelco y yo plantearía hacer dos grupos: los que quieren quedarse en casa y los que, de verdad, quieren asistir al instituto a enseñar a los niños. Eso sí, ambos grupos cobrarían su sueldo habitual. Esta sería la única forma de hacer un cribado porque descubriríamos a los profesionales que realmente tienen vocación y ganas. No podemos permitir que las personas sin ganas y actitud eduquen a nuestros hijos porque, de esta forma, estamos agrandando el problema.

Una vez que sepamos los profesores que tienen buena voluntad, haría un segundo cribado para conocer qué hacen bien y qué hacen mal en sus procesos de enseñanza. Lo interesante sería incluir una Inteligencia Artificial en el sistema educativo para hacer un gran sistema de medición que permitiera detectar los patrones correctos e incorrectos dentro de las miles de variables existentes. Así, obtendríamos la clave para alcanzar los mejores resultados, no solo académicos, también en materia de formación de nuestros hijos.

¿De verdad tenemos que esperar a que el azar determine la calidad del profesor o profesora que va a formar a nuestros hijos? No puede ser cuestión de suerte. Hagamos un sistema educativo capaz de motivar a la gente joven con asignaturas que tengan un impacto real y positivo en ellos. No somos conscientes de que nuestro futuro, el de todos, depende de que estos niños y jóvenes salgan bien formados.

NOTICIA RELACIONADA

CARTA DEL DIRECTOR | ¿Habrá o no habrá inteligencia electoral?

sábado, 21 de octubre de 2023