Las pruebas de ADN han confirmado el fatal desenlace a la búsqueda de Isabel del Castillo, vecina de Navalcarnero desaparecida desde hace más de un mes, confirmando que el cuerpo encontrado hace unos días en un camino del término municipal de Casarrubios pertenece a dicha mujer. Terminan así -con las peores noticias- varias semanas de incertidumbre y batidas por la zona, después de que se perdiera su rastro el 19 de agosto cerca de su domicilio, cuando su marido se dio cuenta de su ausencia al volver de un viaje, momento en el que saltaron las alarmas y comenzó un despliegue de pegada de carteles y búsqueda incansable por parte de familiares, amigos, allegados y habitantes del municipio y alrededores para tratar de encontrarla. No llevaba teléfono móvil consigo en el momento de su desaparición.
Unas cámaras captaron a Isabel, de 57 años y enferma de alzhéimer, caminando en dirección a la urbanización Calypo-Fado (donde viven unos parientes), próxima a la localidad de Navalcarnero y comunicada con la misma por varios caminos. Para cuando se obtuvo ese dato ya se habían organizado varias batidas con el objetivo de dar con su paradero, sin éxito. A partir de este punto, las exploraciones se concentraron en los aledaños de esa área, contando incluso con dispositivos coordinados por la Guardia Civil, en los que participaron cientos de voluntarios, miembros de Seguridad Ciudadana, del Seprona, del Grupo Especial de Actividad Subacuáticas y de la Unidad Canina para intentar reconstruir sus pasos. No se halló ninguna pista.
Las principales hipótesis apuntan a que, durante el paseo, Isabel pudo haberse desorientado a consecuencia de su enfermedad
Hace aproximadamente una semana, su cuerpo aparecía en un paraje escarpado cercano a la carretera CM-9419, a tan solo nueve kilómetros de su casa. Tras comprobarse que la víctima llevaba la misma ropa con la que Isabel salió de casa ese viernes (camiseta de rayas, mallas negras de ciclista...), la confirmación oficial estaba pendiente de los resultados del trabajo realizado por el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil, que finalmente han corroborado que se trata de ella. Las principales hipótesis apuntan a que, durante el paseo, Isabel pudo haberse desorientado a consecuencia de su enfermedad y morir de forma natural o accidental, ya que nada indica que hayan existido signos de violencia o que su cuerpo (que llevaba varias semanas allí) haya sido trasladado desde otro lugar.