“Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas, periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la Tercera edad”. Este es el texto del artículo 50 de la Constitución. Al margen de los políticos que creen que los Mayores somos una carga social, probablemente son políticos con padre desconocido, entendemos que nuestro Derecho a la “actualización” es alienable y no fruto del capricho y el ridículo porcentaje que aplican. Es la eterna cantinela de los programas de los Partidos Políticos, asegurándonos a los Mayores que nos atenderán para que aparte de aplicarnos la ley de la Eutanasia o usando la pandemia general asesinarnos, en una subida de las pensiones ridícula y merecedora de nuestra gratitud. Estos malditos políticos que un día serán Mayores (aunque ya se han blindado con su tratamiento especial económico) deberían recibir nuestra respuesta. No en la calle, sino en las urnas. Somos diez millones más nuestros familiares y la gente de bien. Podemos tener la Mayoría Absoluta y demostrar a los menores quien manda en nuestra Sociedad. Sin nosotros no hubieran nacido, ni aprendido lo que ahora les permite ostentar -que no ejercer debidamente -el poder. Claro que muchos de ellos-algunos no-desconocen sus orígenes y por tanto tanto les da que los Mayores perezcamos por su negligencia criminal.

Este es un llamamiento a la reflexión por la Unidad de los Mayores. Han proliferado en los últimos tiempos partidillos políticos de gente mayor. Evidente signo del individualismo existente que no lleva a ninguna parte. Parece que hay uno, llamado Partido Demócrata Social de Jubilados Europeos (PDSJE), lo preside Lope Garcia-Verdugo, que a través de las Redes se está moviendo con gran voluntad. Pero, lo que se necesita es eficacia. Que los Mayores con recursos pongan los medios para que todos los Mayores lleguemos al Poder. Que el eslogan “Si quieres doblar las pensiones, vota Mayores. Somos diez millones” se convierta en realidad o, al menos, vaya en pos de ella.

Dicho esto, no me olvido de la pandemia y su uso político. Es lo natural en quienes ejercen esta profesión que no vocación. Políticos vacunados fuera del protocolo establecido, uso de la popularidad adquirida gracias a la Televisión para presentarse a unas elecciones…Aprovechados sin límite ni vergüenza porque carecen de ella. Seguiremos en la estela de la muerte anunciada. Gracias a la ciencia y, a pesar de los que jalean la pandemia, no llegaremos a los 50 millones de muertos del siglo pasado con la llamada “gripe española”. Menos mal.

Sin embargo, mi voz sigue siendo de esperanza y quiero que lo sea también tuya, querido lector. Esperanza en un mundo mejor donde los Mayores tengamos un lugar digno.