La mujer del César no solo tiene que ser honesta, sino que debe parecerlo. El novio de una presidenta regional que le hace la oposición al presidente del gobierno tiene el listón todavía más alto que la primera dama romana.
En un momento en el que la política está tan devaluada (reputacionálmente, porque económicamente no viven mal, hay que reconocerlo) la gresca política solo contribuye a que cada vez les cojamos más manía. Y esto es un problema, porque quienes valen no querrán dedicarse a la cosa pública, por miedo a las represalias que puedan sufrir sus allegados, por la mala imagen, o porque no quieren estar constantemente bajo una lupa, por mucho que no hagan cosas ilegales o amorales. Pero la política hoy es así, lupa constante, un político es corrupto hasta que demuestre la contrario y mucho ruido para intentar hundirte si asomas la cabeza de más.
Pero vamos a lo que nos ha ocupado toda esta semana: las inspecciones al novio de Ayuso. Dice la presidenta que es una cacería contra su persona para quitar el foco de los Koldos. La verdad es que, en cierto sentido está funcionando. El caso Koldo sigue su curso, y los del PP siguen sacándolo a colación, pero mientras no salga nada nuevo, las portadas son para Ayuso. Menos mal que Aragonés ha decidido convocar elecciones y la han dejado tomar un poco de aire.
No sé si las declaraciones de Amador tenían algún tipo de trampa, si decidió pagar para que no mirasen más porque Hacienda, cuando busca, encuentra, o si no había más que una persecución por dormir con quien duerme, pero en un momento en el que las inspecciones del fisco se utilizan para lo que se utilizan, da mucho que pensar.
Todos los que hemos tenido que hacer nuestra declaración de la renta alguna vez, con algo diferente a un sueldo fijo, sabemos que hay mil lugares en los que te pueden poner la trampa (o la puedes poner tú). Muchas veces de manera inconsciente se declara algo donde no es o se olvida una cantidad y entonces estás perdido: recibes una carta certificada invitándote a subsanar la situación. Si no hay justificación para tu "trampa", ya puedes echarte la mano al bolsillo, porque no solo tendrás que pagar lo que no hiciste, sino también una jugosa multa que lo acompaña.
España es el país de la picaresca. No lo disculpo. Pero el que se puede ahorrar unos euros no declarando algo, generalmente, lo hace. Casi todos hacemos la vista gorda cuando nos ofrecen un trabajo sin factura y no reclamamos pagar un 21% más en algo que podemos sacar más barato. Esto es lo que todos vemos, pero esos que cobran sin factura son los mismos que hacen sus papeles intentando ahorrarse el máximo posible en la declaración, y si ese ahorro roza lo legal, tampoco se lo plantean mucho más, lo de quitar el IVA ya saben que no lo es.
Insisto en que no disculpo estas prácticas, por mucho que haya costumbre en nuestro país, como tampoco que haya empresas que jueguen con sus declaraciones para intentar ahorrarse unos euros, cuando se han facturado millones, pero sigue sin parecerme comparable a montar una empresa solo para robar el dinero de todos vendiendo el material que todos necesitábamos.
La justicia investigará y sabremos (si tiene tiempo antes de ser fagocitada) hasta dónde llegaba la ilegalidad de la declaración del novio de Ayuso. Entretanto, tengan cuidado si se cruzan con la presidenta en algún acto, porque si les ven saludarla de una manera demasiado efusiva, igual se encuentran con una bonita inspección de la Ministra Montero.