¿Es fácil para los jóvenes de entre 20 y 35 años encontrar una vivienda a día de hoy y con un sueldo medio? Para mi la respuesta es NO, y en mayúsculas. Cada vez hay más personas, no solo de ese rango de edad, que se encuentran en riesgo de pobreza porque invierten más de la mitad de su sueldo en pagar una casa. Pero, ¿dónde radica el problema, en el precio de los alquileres/hipotecas, en los sueldos, en la subida de impuestos?
Pues yo os diría que es un buen remix -o cóctel molotov- de todos los factores anteriores. Mientras el precio medio de la vivienda ha subido de 906 euros mensuales a 1.035 euros mensuales en tan solo dos años, del 2022 al 2024, (sigue al alza, no os lo perdáis), y los impuestos han aumentado un 30%, los sueldos apenas han subido un 3%. A esto le podemos sumar la cantidad de ayudas para pagar la vivienda distribuidas por las administraciones y que, sin quererlo ni beberlo -o eso dicen los responsables- nos están haciendo esclavos del Estado/gobiernos de turno. A más subvenciones, menos independencia y más esclavitud.
Eso sí, cuando los jóvenes intentamos hablar de esta situación, se nos señala asegurando que queremos una vivienda gratis y rápido, ¡YA!. Menuda trola, así os lo digo. No descarto que haya personas que busquen esa vía rápida, jóvenes y no tan jóvenes, pero os aseguro que muchos de nosotros lo único que queremos es la oportunidad de ser libres. Una libertad que no viene de las ayudas, de la condescendencia, o de abolir el trabajo para que podamos subsistir con el sueldo mínimo; sino de poder dedicarnos a nuestra profesión accediendo a un sueldo que compense las diferentes subidas de impuestos. Poder, a través de nuestro esfuerzo, ahorrar y acceder a una vivienda dónde queramos, cómo queramos, y sin miedo a no llegar a fin de mes. ¡Queremos vivir con esa libertad de la que tanto habláis y tanto nos arrebatáis!
¿Sabéis a dónde va a parar el colchón financiero de la mayoría de jóvenes que conozco? A comer, ahorramos para COMER. Claro que no queremos una vivienda gratis y que hay que currarse la vida, a nadie le han regalado nada, -hablando de simples mortales, claro- simplemente queremos dignidad. Y vosotros, administraciones, políticos..., nos estáis dejando un panorama desolador. Estáis convirtiendo nuestra ruina en vuestra arma política. Qué discurso tan fácil, y cuántas vidas estáis destrozando.
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