“Todavía recibo múltiples amenazas de muerte a diario. Es algo muy triste”. Esas han sido las declaraciones del futbolista Josh Cavallo después de que hace cuatro años asegurara abiertamente que es gay. Además de confirmarnos algo que teníamos muy asegurado, pero que siempre hacemos caso omiso: “El mundo del fútbol es un lugar muy tóxico para ser un deportista gay. Es algo que no todo el mundo podría sobrellevar”.
El futbolista habla abiertamente de la realidad de ser gay dentro del deporte, concretamente, dentro del fútbol. Una situación que solemos pasar por alto, no solo por los profesionales, sino por todos los fanáticos que se creen con el derecho de opinar y criticar la vida de los jugadores. Que se sienten superiores para poder joder la vida a una persona, porque eso son: personas que solamente quiere vivir una vida tranquila queriendo a quien le dé la gana, acostándose con quien quieran, cogiendo por la calle la mano o dándose un beso sin que nadie les diga nada. Pero también tener derecho a fallar en el partido sin recibir críticas. “Cada vez que salgo al campo de fútbol, que tengo una lesión o que pasa algo en el partido, siempre tiene que ver con mi sexualidad”.
Me cuesta pensar cuáles son las verdaderas razones por las que sigue existiendo homofobia dentro del mundo del deporte. ¿Miedo a que se les tache de débiles? Por desgracia siempre se nos ha conocido a las personas homosexuales como débiles por, como siempre han dicho, “somos muy afeminados” pero dejarme recalcar, una vez más, que los estereotipos que implanta la sociedad no son la realidad.
¿Miedo a ser el objetivo fácil de las hinchadas? Los futbolistas homosexuales pueden tener miedo a que los hinchas se estén metiendo continuamente con ellos y dañar la imagen del equipo o, lo que es peor, dañar su imagen. Cómo ha pasado en este caso.
¿Miedo a las amenazas? Muchos de los hinchas se han declarado abiertamente neonazis, por lo que podrían lanzar múltiples amenazas contra estas personas por simplemente odio y no joder solamente su carrear profesional sino personal por un miedo constante que pueden llegar a tener. Cómo también ha pasado en este caso.
“Yo he tenido que aprender a digerir mis sentimientos para encajar en el molde de un futbolista profesional. Crecer siendo gay y jugar al fútbol son dos mundos que no se habían cruzado antes. Yo he vivido asumiendo que esto era un tópico del que nunca se había hablado”, destaca Cavallo en el vídeo que lanzaba cuando se declaró gay abiertamente.
De esta última declaración me hace reflexionar sobres si solamente los hombres heterosexuales son las únicas personas que saben darle a un balón para que ruede por un campo de fútbol y conseguir entrar en una canasta. ¿“Un futbolista profesional” solamente puede ser heterosexual?
Hacen falta cambios en muchos aspectos de la homofobia, pero el deporte es una de las más importantes, sobre todo en los personajes públicos que al final son los que acaban dando visibilidad.