En el año 2015 en el seno de la ONU, 193 países firmaron el mayor plan de acción global para lograr un mundo más inclusivo y próspero para todas las personas y para el propio planeta. Se bautizó como Agenda 2030 y marcó el camino para común para lograr dar respuesta a grandes desafíos mundiales.
Es verdad que diez años después de la redacción de esa Agenda 2030 tan solo el 17% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está actualmente avanzando, aunque sea mínimamente, pero nadie podía imaginar que acabaremos este ciclo con un presidente de EEUU, Donald Trump, que propugna políticas que van en sentido contrario al que todos, incluidos los americanos, establecieron en su día.
Por tanto, la arrolladora victoria republicana en las elecciones estadounidenses configurará un panorama para el 2030 (Trump extenderá su mandato hasta 2028) que nadie preveía. La Agenda 2030 pone así su punto final y quedará para la posteridad como un documento de buenas intenciones que no supimos desarrollar ni defender. Nos espera por delante una etapa de repliegue de posiciones. Una época de tinieblas. El nuevo presidente americano se volcará en desarrollar su programa de "hacer grande a América de nuevo", el movimiento 'MAGA' (Make America Great Again) que ha engullido al histórico Partido Republicano estadounidense. Y corremos el riesgo de que se expanda de manera irremediable. Ya tenemos ejemplos en otros países como en la Argentina de Milei, la Hungría de Orban, la Italia de Meloni o la Israel de Netanyahu. Pero todo es susceptible de empeorar y en unos meses o años podemos hablar de la España de Abascal, la Francia de Le pen o el Reino Unido de Nigel Farage.
Tenemos un planeta en el que 23 millones de personas (o más) malviven en la pobreza extrema, más de 100 millones pasan hambre, se han elevado exponencialmente las muertes de civiles en conflictos armados, 2023 fue el año más cálido jamás registrado con temperaturas cercanas al umbral crítico de no retorno de aumento de 1,5ºC... Y parece que a nadie le importa.
Los objetivos planeados inicialmente no se desarrollarán nunca. No se pondrá fin a la pobreza, no se protegerá el planeta, abandonaremos esa idea de 'no dejar a nadie atrás' ¿Quién tuvo la ocurrencia de lanzar la idea de que la pandemia nos haría a todos mejores? El nivel de degradación de la vida política es tan insoportable que ninguna institución está a salvo del ataque furibundo de cualquier 'ciudadano cabreado'. Así lo pudo comprobar el Rey de España en su visita a Valencia. La salud de las relaciones internacionales pasa por su peor momento. El multilateralismo se resquebraja de manera irremediable. La gobernanza común es un sueño imposible de cumplir... por lo que nos esperan unos años oscuros.
Ahora 'lo que se lleva' es el odio al diferente, la persecución de los inmigrantes, el discurso anti impuestos, el ultra liberalismo exacerbado, la ley del mercado por encima de todo... y la anti política que podría conducir a países plenamente democráticos hacia sistemas autocráticos que pensábamos que eran cosa del pasado y resulta que es posible que sea el futuro que nos espera.
La victoria de Donald Trump supone un cambio de paradigma que iremos vislumbrando a medida que el magnate ponga en prácticas sus medidas. Ahora tiene un super poder absoluto para implantarlas porque nadie se interpone en su camino. Algunas de estas propuestas ya las conocemos porque se han encargado de adelantarlas entidades satélites de los nuevos dueños del poder como la Heritage Foundation: el desmantelamiento de la administración, el impulso a la identidad cristiana, la toma de la justicia, el plan de deportaciones masivas de extranjeros, el fin de muchos de los derechos conquistados por determinadas minorías, el final de la OTAN, la derogación de las políticas climáticas, la salida del Banco Mundial y del FMI...
No sabemos a qué se atreverá el imprevisible Trump, ya con el camino despejado y sin preocuparse por las repercusiones de sus políticas porque, en teoría, en cuatro años no podrá volver a presentarse (o sí, si cambia la ley). Lo que si sabemos es que decimos adiós a la época 'Woke' e inauguramos la nueva era 'MAGA'.