Usar la pandemia como arma política es, cuanto menos, un ascazo. Izquierda, derecha, centro o extremos, todos aprovechan cada minuto de gloria para poner sobre la mesa lo que sucedió hace cuatro años y, de paso, escupirse en la cara con cifras de muertos que, por lo que parece, ni les van ni les vienen. ¿Cómo se puede tener tanta sangre fría? ¿Cómo vosotros, que supuestamente nos representáis, os ponéis camisetas con números de MUERTOS como arma de denuncia? Menuda frivolidad, esos números, esos papeles, esas cifras de las que os llenáis la boca al hablar son personas que nunca volvieron a esa "normalidad" que sucedió a la pandemia del covid-19.

Lo curioso es que estas prendas, que se han convertido en la última moda, se ven, sobre todo, en la Comunidad de Madrid. Camisetas que vienen a recordar a la presidenta regional la cifra de fallecidos en las residencias durante la pandemia. '7.291'es la cifra que persigue a los familiares que perdieron a su gente en apenas tres meses. ¿Se habrán parado a pensar el impacto que supone para estas personas encender la televisión, ver esa cifra constantemente y recordar un momento que, quizás, fue traumático? Está claro que no. No todo vale, y menos en la política, no os pagamos para esto.

No voy a defender ahora a Isabel Díaz Ayuso y su gestión de las residencias, es más, ni siquiera me voy a meter en cómo se gestionó esta pandemia por parte de unos u otros, pero basta ya, ¿no? Basta de hundirnos, basta de enfrentar a la gente por vuestro propio ego personal, por ver quién los tiene más gordos. Basta de usarnos, de emplear la miseria de las personas como arma política. Solo hay que ver los últimos titulares para echarse a llorar, no queda moral en la política, o no la enseñan al menos: 

• "La Fiscalía destapa un pelotazo de nueve millones de otro 'caso mascarillas' que implica a un exalto cargo canario del PP" - El País
• "Armengo compró sin contrato las mascarillas no aptas" - ABC
• "La empresa que compró todas las mascarillas de España. Así captaban a inversores en la trama de 'Koldo'"- El Independiente
• "Más Madrid entrega a la Fiscalía las actas policiales de residencias para que 'haga justicia'"- InfoLibre
• "La Comunidad de Madrid se jacta de su gestión de las residencias" - El Plural
• "Expulsan del Ayuntamiento de Madrid a un familiar de residencias" - Huff Post

A las mega camisetas diseñadas por el artista más "creativo" se les unen esas pequeñas cotizaciones que están saliendo a la luz, dinero que viene, nada más y nada menos, que de la venta de mascarillas. Cuando tú, simple mortal, pagabas cinco euros por una de ellas, esos que dicen gobernar este país, o intentarlo, estaban trapicheando a ver quién conseguía sacar más tajada. Mientras tú, ciudadano de a pie de calle, te sentabas en tu casa (o en la calle) intentando entender cómo podían subir tanto los precios de los materiales, incluidos aquellos que se necesitaban para combatir el covid-19, nuestros dirigentes intentaban, por lo que parece, llenarse los bolsillos con tu dinero. Claro, un sueldo millonario es una mierda, ¿verdad Ábalos, Sánchez, Ayuso...?

No sé si Koldo trapicheó más o menos que la mujer de Sánchez, que parece estar también implicada, o que el hermano de Ayuso, que a pesar de haberse archivado el caso sigue siendo un gran protagonista. Tampoco sé si es lo mismo llevarse comisiones por la compra de mascarillas, de respiradores o de cualquier otra cosa, como la subida de impuestos, que hayan utilizado estos señores y señoras para inflar sus cuentas bancarias. Solo sé que al final siempre son los mismos los que pagan los platos rotos, y me jugaría una cerveza a que ninguno estamos sentados en el Congreso de los Diputados o en la Asamblea de Madrid, con suerte estamos en una silla de oficina gritando a una pantalla e indignados con la actualidad que envuelve a este país.