La absoluta debilidad política en la que vive el presidente de la Generalitat de Valencia, Carlos Mazón, desde hace meses por la nefasta gestión personal que hizo de las consecuencias de la riada es cada vez más insostenible. Sin embargo, el político valenciano trata de zafarse de todo y de todos. Por eso acaba de llegar a un acuerdo para aprobar sus Presupuestos Regionales con su antiguo socio de Gobierno, la ultraderecha de Vox. Cree que con esta 'patada hacia delante' se salvará de dar las explicaciones que aún no ha dado. Pero, además, para aprobar estas cuentas públicas hace suyo una parte importante del ideario político de Vox. Dice que lo hace para centrarse en la reconstrucción, pero quienes pagaran la factura de esa reconstrucción serán los inmigrantes, el pacto verde, la lengua, la cultura valenciana o la igualdad.
Tras las elecciones de 2023 Mazón fue el primero en cerrar un pacto con Vox, lo que indica que se encontraba muy cómodo con sus socios de la ultraderecha y con los postulados que defienden. Tras la ruptura de los de Abascal en todos los territorios donde cogobernaban con los populares, a causa de las políticas migratorias, ahora vuelve a ser el primero Mazón en acordar con su antiguo socio para aprobar las cuentas públicas. Unos presupuestos que llevarán el sello de Vox que ha puesto sus condiciones para aprobarlos.
Son unas condiciones que ya aceptó Mazón hace dos años, haciendo suyo el ideario de la extrema derecha sobre la violencia de género, sobre el valenciano, sobre el cambio climático, la memoria democrática, o la inmigración. Por tanto podemos convenir que Mazón y Vox son prácticamente lo mismo. Defienden el mismo proyecto de región y proponen las mismas soluciones para acometer los problemas a los que se enfrentan los valencianos. Eso se refleja en unos presupuestos que recortan partidas para luchar contra el cambio climático lo que no deja de ser preocupante ya que fue ese mismo cambio climático lo que provocó la riada de hace unos meses. Pero aprovechan la coyuntura y ya que están también recortan en transparencia e igualdad, en la protección al valenciano, en memoria histórica o en producción ecológica.
Hace dos años, el pacto que Mazón firmó a toda prisa con sus socios de Vox fue una de las causas por las que Feijóo no pudo llegar a La Moncloa. Tras el acuerdo valenciano llegaron los de Murcia, Aragón o Extremadura y eso hizo que la izquierda se movilizará los suficiente como para que Pedro Sánchez continuase en La Moncloa. Por mucho que quiso alejarse de aquellos acuerdos, el líder del PP terminó padeciéndolos. Ahora, sin embargo, Alberto Núñez Feijóo avala el acuerdo de Presupuestos de su barón. El portavoz nacional Borja Semper, dijo abiertamente que estaban informados de las negociaciones y que las respaldan porque "no hemos tenido que modificar nuestra posición en temas capitales (...) Estábamos informados y estos presupuestos dan respuesta a los problemas de gestión sin renunciar a ninguno de los principios que ha defendido el PP históricamente".
No dice toda la verdad Semper ya que han tenido que escuchar a su presidente valenciano arremeter contra el pacto verde europeo o contra las políticas de inmigración con palabras calcadas a las que utilizan los de Abascal en el Congreso de los Diputados, en los distintos parlamentos europeos y en los cónclaves de la ultraderecha internacional en los que se aplaude a Trump, Bolsonaro u Orbán.
Ahora el Partido Popular recibirá a todos sus socios de la familia popular europea encabezados por Ursula Von der Leyen en Valencia. Veremos cómo les explican que han absorbido los postulados de Vox que forma parte de una ultraderecha internacional a la que se le impone un 'cordón sanitario' como ocurre Alemania o Francia. Sin embargo aquí, en España y en Valencia Carlos Mazón y Fejióo han decidido que ellos y Vox la misma cosa son.