El expresidente del Congreso, expresidente de Castilla La Mancha y ex ministro de Defensa, José Bono volvió el pasado 13 de febrero al Congreso de los Diputados para presentar un libro editado por la cámara baja que recoge sus mejores 67 discursos mientras estuvo al frente de la institución. Es un proyecto ideado por Ana Pastor que tiene como objetivo ensalzar la buena política encarnada en las palabras de antiguos dirigentes. Ya se han recopilado y presentado los discurso de Mariano Rajoy y se hará lo propio con José Luis Rodríguez Zapatero.
Estamos en un tiempo en el que algunos se empeñan en afirmar con total seguridad que el PSOE de antaño no existe, que los tiempos pasados siempre fueron mejores y que el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha fagocitado a todo el socialismo histórico para ejecutar su perverso plan de destruir nuestra nación y a todos sus ciudadanos.
Estos 'terraplanistas políticos' están siempre atentos a la aparición de cualquier figura relevante del antiguo PSOE por si imitan a Felipe González y le dan un buen palo al actual líder, lo que les sirve para ratificar sus teorías conspiranóicas y seguir alentando cualquier ataque teledirigido al inquilino de La Moncloa, ya saben, a la orden de "el que pueda que hacer, que haga".
Pero su gozo en un pozo. El bueno de José Bono aprovechó su minuto de gloria para afirmar sin ambages que "hay que defender a Pedro Sánchez, porque se lo merece, como antes apoyamos a Zapatero porque se lo merecía, que también le atacaron y mucho antes, y también gravemente, nos juntados todos para defender y arropar a Felipe González. Esa es la historia de este partido que nadie debería romper al menos en lo que tiene de coherencia y de defensa de quienes creemos inocentes". Y todo eso lo dijo delante de Emiliano García Page, Juan Luis Cebrián, Pedro J. Ramírez, Carmen Navarro o José María Barreda.
Supongo que los odiadores sanchistas, que en el fondo también son odiadores socialistas, se vieron absolutamente defraudados por lo que dijo Bono. Es más, le habrán metido en el saco de los malos políticos, de los abducidos por Sánchez y le tildarán de vendido y alguna que otra lindeza más.
Pero a Bono no le falta razón. Al ahora idolatrado Felipe González le atacaron sin piedad y no pararon hasta que no le echaron de Moncloa (siempre llevará el Sambenito del señor X). Esos ataques después se dirigieron a Zapatero, otro dirigente insultado y denigrado sin piedad. Da igual la política que hagan. La derecha española considera que el poder le pertenece por derecho natural y todo lo que se aparte de esto es una anomalía.
Bono reconoció no estar de acuerdo con todo lo que hace Sánchez en La Moncloa, algo, por otro lado, completamente normal. Tan cierto como que el presidente es una persona "honrada y honesta" como dijo a continuación. Pero todo esto no da derecho a los inmisericordes ataques que están sufriendo desde que es presidente del Gobierno. Ese y no otro es su pecado, haber arrebatado primero y aguantado después el poder y lo ha hecho durante tanto tiempo, a pesar de las dificultades del camino.
Lo que no es normal es el nivel de los ataques, instalados en el odio, que han convertido a Pedro Sánchez en el enemigo número 1 de mucha gente en este país. No analizan nada, no realizan ninguna crítica meramente sostenible, solo odian, atacan y esparcen ese mismo odio cuanto más mejor.
Nada importa, ni la revalorización de las pensiones, ni la subida del Salario Mínimo, ni la buena marcha de la economía, ni el escudo social, ni la ley de eutanasia, ni la ley de vivienda....
Solo les importa el odio y acabar con la etapa de Sánchez como sea. Y eso ni es defendible ni democrático.