Nos crecen los enanos. Papá Federación vuelve a meter la pata, hundido en el fango trata de salir con el agua al cuello con cualquier argumento como bote salvavidas: el conservadurismo más rancio y casposo.
Los titulares se acumularon y siguen acumulándose sobre los hechos sucedidos en Arabia tras el partido de la Supercopa entre el Mallorca y el Real Madrid. Las mujeres de varios jugadores denunciaron tocamientos y acoso de los espectadores locales, pero la Real Federación Española de Futbol -con la verdad absoluta- desacredita el testimonio y dice, que en realidad lo que esas mujeres vivieron no fue acoso, fue “agobio”.
¿Hasta cuando?, me pregunto. Hasta cuando vamos a tener que seguir soportando -ya no estas actitudes por parte de respetadas instituciones- si no el mantener la Supercopa de España fuera de nuestras fronteras y en un país que perpetua la desigualdad entre hombres y mujeres, un país a la cola en Derechos Humanos. No voy a entrar en las declaraciones de la Federación porque cuanto menos son desafortunadas y vuelven a sumarse a las perlitas emanadas por la institución que, lejos de posicionarse al lado de los afectados en cualquier suceso así, da la espalda -una vez más-. Entiendo que el dinero condiciona actitudes.
Dicen desde la RFEF que es un hecho puntual y que ya está zanjado. Discrepo, pero si la vulneración de derechos os parece un hecho anecdótico: os doy más datos. Actualmente, el contrato de la Supercopa está siendo investigado por supuesta corrupción salpicando al expresidente Luis Rubiales y al exjugador del Barça, Gerard Pique. Hechos anecdóticos también, ¿verdad?
Pero como las desgracias no vienen solas, sumamos que la Copa del Mundo de 2034 tendrá lugar en Arabia Saudí. ¿Qué más tiene que pasar para darnos cuenta de que no todo vale por dinero? ¿Qué imagen estamos lanzando? ¿No os da pena seguir maltratando al fútbol español?
Imagen: F.C. Barcelona