El último pleno de la Asamblea de Madrid volvió a estar plagado de dardos de unos a otros, sin piedad. Eso sí, en medio de sus zascas quienes acaban pagando los platos rotos son los madrileños y colectivos sociales.
Si bien en otras ocasiones he defendido a los jóvenes a ultranza, ahora lo voy a volver a hacer, pero en un rango más reducido. Voy a sacar pecho por los jóvenes católicos.
Durante la intervención De Santiago Rivera, diputado del PSOE, defendiendo al colectivo LGTBIQ+, se le ha ocurrido soltar la siguiente perla, entre risas y mofándose: ¿Sabes cuándo Chueca ha estado igual de lleno que en el Orgullo? Con las JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). Unas palabras dirigidas a una diputada de VOX y con las que no se sabe muy bien qué pretendía conseguir.
Señor diputado socialista que, al parecer, se considera inclusivo, ¿acaso no puede haber personas que pertenezcan al colectivo y a la vez a la Iglesia católica? ¿Acaso ser católico implica, por defecto, votar a VOX? ¿Nos está excluyendo, nos está discriminando, está usted cayendo en una especie de homofobia hacia estas personas?
Te llenas la boca hablando de inclusión y de conquista de derechos, sin embargo, luego nos sorprendes con este tipo de discursos que ya lo digo yo, son discriminatorios. Santiago, pides un respeto que no das y pagas una frustración con un colectivo que ni siquiera sabe ni quién eres.
Solo espero, como personas que suele seguir tus intervenciones, como ciudadana y como católica, que te retractes en sus ataques, que no margines a aquellos que tienen el mismo derecho que tú a pertenecer al colectivo independientemente de sus creencias, no monopolices lo que ha costado tanto conseguir. Te sorprendería la cantidad de personas que, perteneciendo a la Iglesia, luchan por conseguir el respeto y la dignidad para todos.
Además, spoiler, en el Obispado de Alcalá no se hacen terapias de reconversión como dices. Confío en que la misma rigurosidad que empleas en algunos discursos que, como te decía, he seguido de cerca, la emplees en contrastar esa información. Cuando quieras te lo cuento y, de paso, nos tomamos un café en Chueca.