Estamos volviendo a dar un paso atrás. Eso es lo que pienso cada vez que leo los titulares de los medios de comunicación hablando sobre la modificación de la Ley Trans y de la Protección integral contra la LGTBIfobia que ha presentado Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid.
La realidad esque estoy bastante cansado de intentar comprender a estas personas y realizar opiniones contra ellos porque, simplemente, me molesta que se quiera atacar tan libremente a una parte de la población y no se les deje tranquilos con una Ley que realmente les arropa.
No tenía muchas ganas de escribir esta opinión y hablar otra vez de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que tanto farda de libertad cuando en realidad parte de sus vecinos y vecinas no tienen ese sentimiento. Por ello, hoy he decidido intentar aclarar, una vez más, la importancia de esta Ley de identidad y expresión de género, sin necesidad de hablar de los políticos que intentan “modificarla”, aunque bueno, sí, ya lo he hecho, pero era para que entendierais el punto en el que me encuentro.
¿Os imagináis miraros al espejo y que no os guste lo que estáis viendo? ¿No? Es muy fácil hablar desde fuera, pero ese sentimiento de concebirte de una manera diferente a como te ves, de tener la necesidad de encontrarte a ti mismo y que los demás te vean como tú te quieres ver es un problema que puede afectar muy gravemente a las personas que lo sufren porque, en la mayoría de los casos, no llegan a expresarlo.
Ahí es donde está la importancia de la Ley Trans, ese es el punto que tenemos que tener claro. La necesidad de esa libertad de expresión o sentimiento que tienen que tener estas personas para vivir una vida plena y tranquila, como lo puede hacer una persona cisgénero que sí se siente cómodo con su cuerpo.
¿Os imagináis miraros al espejo y que no os guste lo que estáis viendo? ¿No?
De hecho, no hace falta entender todas las situaciones, somos personas, no tenemos que tener todo bastante claro. Creo que el aspecto más esencial en estos escenarios, y en la vida en general, es intentar respetarles, conseguir que no se sientan discriminadas cuando salen a la calle y a esto, queráis o no, está ayudando mucho la ley que tanto se está intentando erradicar.
Más allá del reconocimiento de la identidad de género libremente manifestada, el punto de no tener que estar pasando por tantos procesos psicológicos porque no quieras hacer una resignación de género y puedas obtener la documentación administrativa acorde a la identidad de género con la que se sienta identificado también es bastante importante. Eso ayuda a no tener que estar tratando a estas personas como enfermas, como se ha venido haciendo durante todos estos años.
Con esta norma hemos podido ver un avance en política LGTBI, pero, una vez más, volvemos a ver un retroceso por la falta de apoyo humanitario que han tenido siempre contra las personas del colectivo y que no se malinterprete todo lo que he escrito, porque no generalizo a todo el mundo, todos sabemos de qué personas estoy hablando.
Una vez expuesta una pequeña parte de la importancia de la Ley Trans y la libre expresión de género, solo queda añadir lo mismo que digo siempre: Basta ya con machacar al Colectivo LGTBI, basta ya de hacernos retroceder, basta ya de la LGTBIfobia.