Mbappe invita a votar a los jóvenes franceses y a combatir el extremismo en las urnas. Ante esto, Unai Simón reacciona y declara -literalmente- que es futbolista y los temas políticos hay que dejárselos a otros. 

Antes que persona, antes que ciudadano de un país, antes de todo eso; Unai Simón es futbolista y olé. Como si la política y el deporte no se tocasen, como si el fútbol no sirviera de escuela y como si los jugadores no fueran referentes para nuestros jóvenes. 

Se nos olvida que, por suerte o por desgracia, los deportistas no son solo eso. Al igual que los actores, los cantantes o los influencers, los futbolistas muchas veces son las únicas voces a las que escucha nuestra juventud. Ya que vivís de los aficionados, ¿por qué no ayudarles en su educación? 

Ojo, si en algo estoy de acuerdo con Unai es en su no obligación a contestar según qué preguntas. Cada uno es libre, pero es demasiado utópico considerar que el deporte vive alejado de la política. ¿No existe una Real Federación Española de Fútbol? ¿No suenan los himnos nacionales antes de un partido? ¿La Selección Españolas es un mero equipo de fútbol? ¿La Selección no representa nuestros valores, nuestros ideales? ¿No es una imagen más para reconocer nuestro país? Pregunto, simplemente

En mi opinión, a las políticas  de odio y a los extremos, y no hablo de posiciones futbolísticas, hay que combatirlos entre todos. Mucho daño hicieron hace no más de 90 años este tipo de ideologías a Europa y al mundo entero.