Se ha puesto en marcha el proyecto “Echando una pata”, un programa "de intervención social de ayuda bidireccional" que pretende actuar con jóvenes en situación de vulnerabilidad social y, por otra parte, con animales que han sufrido situaciones de abandono o maltrato, trabajando las bases hacia una convivencia responsable y empática. El concejal de Bienestar Animal, José Manuel del Cerro, asegura que es un proyecto en el que se crea "una cercanía especial por las situaciones que han vivido ambos".
'Echando una pata' se dirige a jóvenes de entre 12 y 16 años y ofrece diferentes aprendizajes sobre el comportamiento y la naturaleza de los perros. Esta iniciativa pretende promover un ocio saludable mediante ocupaciones significativas y aportar un enriquecimiento ambiental a los perros del Centro de Protección Animal de Parla mediante actividades que potencien sus posibilidades de adopción. Así, los usuarios del programa colaboran en tareas de enriquecimiento ambiental de los patios del Centro de Protección Animal Municipal de Parla (CPAM) con el fin de mejorar el bienestar emocional y físico de los perros que allí viven.
Del Cerro cuenta que el proyecto se divide en dos fases. La primera de ellas "consta de seis sesiones grupales de una hora en las que se utiliza un modelo de adiestramiento cognitivo-emocional" con el objetivo de conocer "las necesidades que tienen los perros". Por su parte, en la segunda fase se pone en práctica lo aprendido "con actividades con los animales".
Se crea la necesidad de los jóvenes en exclusión social y el sufrimiento de los animales
Para poner en marcha este proyecto y seleccionar a los jóvenes, la concejalía de Bienestar Animal se puso en contacto con servicios sociales y la entidad 'Valora'. El primer grupo de esta iniciativa ya está funcionando y, más adelante, "va a salir un segundo y tercer grupo". Este proyecto se enmarca en la línea de trabajo de concienciación sobre la convivencia y la tenencia responsable de animales.