El vertedero está a punto de rebosar. Una debacle medio ambiental que afecta no sólo a Pinto, sino también a otros municipios de la Mancomunidad del Sur como Parla, Getafe, Valdemoro o San Martín de la Vega, entre otros. Se trata nada más y nada menos que del vertedero más grande de España y uno de los mayores de Europa. El olor nauseabundo, la contaminación debido al metano que desprende la planta, y sobre todo, su impacto medioambiental -se encuentra en una zona protegida-, llevan 35 años afectando a los habitantes de estos municipios y alrededores.
Miguel Ángel García, portavoz de la Plataforma por el Cierre del Vertedero de Pinto, cuenta que "es la peor ubicación posible, estamos apenas a 3 kilómetros de la localidad de Pinto y no sólo eso, sino que este lugar es también el corazón del mayor espacio natural protegido del sur de Madrid, el Parque Regional del Sureste". Desde la plataforma denuncian del desastre que se avecina y que todos sus responsables intentan esconder, ya que la elevación de altura de la tercera fase del vertedero dará capacidad tan sólo hasta el final de este mes de Mayo.
La basura de dos millones de personas
Miguel Ángel relata que se sienten engañados y abandonados por los alcaldes y alcaldesas de los municipios: "nos dicen que van a cerrar el vertedero en 2025, y al mismo tiempo están iniciando las obras de una macroplanta que costará 200 millones de euros y recibirá 400.000 toneladas de basura anuales" señala el portavoz, quien además añade que "no es posible que dos millones de habitantes, es decir,71 municipios viertan sus residuos en un mismo vertedero, es insostenible".
Guerra de las basuras de 71 municipios
Las obras de la cuarta fase del vertedero aún no han comenzado, y se quiere evitar la famosa guerra de las basuras ocurrida hace dos años atrás en Alcalá de Henares. El vertedero acoge los residuos orgánicos de 71 municipios -los cuáles generan 800.000 toneladas al año- producidos a su vez por casi dos millones de personas - 1.960.000-. Toda esta enorme cantidad de basura se traslada a lo largo y ancho de las 148 hectáreas que abarca el área a la que da servicio, a lo que hay que sumar los residuos hospitalarios debido al covid, los cuales se dejan ver fácilmente en el vertedero por su color verdáceo, algunas bolsas abiertas y picoteadas por la enorme población de aves que sobrevuelan el vertedero, un dato que contrasta mucho con el cartel informativo sobre la protección de estos animales que hay en el mismo lugar, pues hay que recordar que se trata del mayor espacio natural protegido del sur de Madrid, el Parque Regional del Sureste. Una incongruencia tras otra.