El Gobierno municipal de Pinto, que preside Salomón Aguado, ha presentado a la Dirección General de Descarbonización y Transición Energética las preceptivas alegaciones contra la ampliación del Vertedero de Pinto a través de la creación de las nuevas macroplantas. Un proyecto impulsado por la Mancomunidad del Sur en el vertedero situado en nuestro término municipal y que recibe cada año, según las estimaciones, 800.000 toneladas de basuras al año de casi dos millones de habitantes.

El Ayuntamiento de Pinto, en su escrito de alegaciones, ha estructurado su oposición al proyecto de la Mancomunidad respecto a dos ejes:

1. Aspectos urbanísticos:
   1. El complejo ambiental planteado para las instalaciones de tratamiento de residuos "no cumple la legislación urbanística vigente (RD Legislativo 7/2015 y Ley 9/2001 del Suelo de la Comunidad de Madrid), no respeta el Plan General de Ordenación Urbana de Pinto, ni el Plan Especial vigente y, por tanto, no tiene cobertura por ningún planeamiento urbanístico".
   2. La ocupación del suelo prevista sería de un 81,23%, lo que excede ampliamente el límite del 15% establecido en el Plan Especial.
   3. La edificabilidad prevista en el Proyecto es de 65.476 metros cuadrados, más de seis veces superior a la permitida en el Plan Especial.
2. Aspectos medioambientales:
   1. No existen alternativas viables de ubicación que no conlleven la perpetuación del Vertedero de Pinto. La actuación propuesta por la Mancomunidad se encuentra situada en un suelo no urbanizable de protección específica en el ámbito del Parque Regional del Sureste y entre los ejes de los cursos de los ríos Manzanares y Jarama.
   2. Según la información de la propia Mancomunidad, se vienen incumpliendo las condiciones ambientales del Vertedero y la planta de biometanización, definidas en la Autorización Ambiental Integrada, en aspectos como emisiones a la atmósfera, suelo, aguas subterráneas, plagas etc.
   3. Emisiones a la atmósfera: el proyecto debe incluir el carácter del Vertedero como foco potencial de emisiones y plantear una modelización de dispersión de los principales contaminantes emitidos para valorar las posibles afecciones a los vecinos de Pinto.
   4. Emisión de olores: El proyecto no valora el carácter del Vertedero como foco de emisiones de olores. Tampoco realiza una modelización de las situaciones más desfavorables, como periodos de emisión térmica, situaciones de vientos del este y periodos de olas de calor.
   5. Impacto acústico: El proyecto de la Mancomunidad del Sur no valora adecuadamente al Vertedero como foco potencial de emisión de ruidos, sin incluir los datos de tráfico de los vehículos pesados y ligeros que se dirigen a las instalaciones, así como sin realizar un estudio de todas las zonas de ruido del complejo.
   6. Impacto sobre la fauna: Se debe incluir un estudio específico sobre la fauna que se encuentre en un radio de 5 kilómetros del Vertedero, un análisis sobre la avifauna autóctona de la zona, un estudio específico de control de plagas y medidas de actuación.
   7. El proyecto debe plantear medidas de compensación derivadas de la pérdida de terrenos producto de la deforestación al construir las instalaciones.

Por otra parte, los técnicos municipales también ponen en duda los datos aportados por la Mancomunidad respecto a las cifras de tratamiento de residuos y ofrecen dudas sobre su cumplimiento.