El pasado 24 de junio arrancaron las obras del enlace de Rivas con la autovía de circunvalación M-50. El acto simbólico de colocación de la primera piedra marcó el inicio de unos trabajos que podrían estar finalizados en el plazo de un año y que satisfarán por fin una demanda histórica, justa y necesaria de la ciudadanía ripense: su conexión con una autovía de la que quedamos excluidos cuando se puso en marcha, hace ya veinte años.
Hasta llegar aquí, hemos tenido que pelear y mucho. Es lo habitual en esta ciudad, a la que nadie ha regalado nunca nada y a la que se suele marginar en los despachos de la Comunidad de Madrid, que sigue sin volver la vista al sur que tan incómodo le resulta políticamente. En todo este tiempo, han sido muchas las puertas a las que hemos tenido que llamar, muchos los teléfonos que hemos tenido que descolgar, y muchos silencios y muchas negativas los que hemos tenido que escuchar al otro lado. Pero no hemos dejado de insistir, porque teníamos detrás la fuerza que da la razón y el aliento inasequible de la ciudadanía, organizada a través de entidades sociales como PLACIRIVAS, y el apoyo unánime de toda la Corporación Municipal.
Debo decir que tan solo el Gobierno progresista de España asumió su responsabilidad con Rivas
Debo decir que tan solo el Gobierno progresista de España asumió su responsabilidad con Rivas. Fue a través del anterior Ministerio de Fomento, actual Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con José Luís Ábalos al frente del primero y con la ministra Raquel Sánchez en la actualidad, quienes pusieron a trabajar a sus equipos para cumplir con esta demanda ciudadana. Un proyecto que tuvo su traducción en los Presupuestos Generales del Estado, mediante una enmienda a los mismos de 6,6 milllones de euros destinada al Ayuntamiento de Rivas para financiar la totalidad de la obra.
No puedo, sin embargo, destacar aquí la colaboración que nos hubiera gustado tener de la Comunidad de Madrid, que no solo se bajó del proyecto, sino que impuso al Ayuntamiento la titularidad de la M-823 para poder acometer la obra.
En todo caso, ya han comenzado las obras, tan necesarias para el desarrollo urbano y económico y para la movilidad de Rivas, especialmente del barrio de La Luna. Este enlace supondrá un antes y un después en nuestra ciudad, porque hará viables los futuros desarrollos pendientes, abrirá nuevas oportunidades y hará que los vecinos y vecinas no tengan que atravesar gran parte de la ciudad para llegar a la A3 como única salida hacia Madrid.
En definitiva, lo que parecía imposible de materializarse, empieza a convertirse ya en una realidad gracias a la colaboración institucional entre el Gobierno de España y el Gobierno Municipal. Un Gobierno Municipal que cumple con Rivas.