Septiembre es un mes relacionado con la vuelta a la normalidad, los retos, los propósitos de cara a la nueva temporada, la vuelta al cole de los niños… En resumen, un mes que siempre asociamos con la palabra ‘cuesta’. Pero este año, en Rivas, será incluso un poco más complicado por la creación de las Zonas de Bajas Emisiones asociadas a los colegios.
En las cercanías de los centros escolares de Rivas se va a levantar una frontera, un lugar donde, en determinadas horas, no podrán moverse en coche los vecinos del municipio. Sí, han oído bien, en Rivas habrá una ‘Ciudad Prohibida’. La iniciativa la han conocido los ripenses a trompicones: primero aparecieron unas líneas rojas en el suelo (que en poco tiempo supondrán multa si la sobrepasas), luego unos carteles que explicaban la prohibición y, al final, un escueto comunicado por parte del alcalde.
El proyecto echará andar así, lleno de improvisación y de incertidumbre. Unas circunstancias bastante habituales para los que vivimos en Rivas. Mientras, las redes arden con dos bandos enfrentados: los que no quieren las Zonas de Bajas Emisiones y los que las defienden a ultranza. Ambos se han convertido en dos polos de una realidad, irreconciliables, alejados del diálogo y, por supuesto, la solución.
El proyecto echará andar así, lleno de improvisación y de incertidumbre
La realidad es que el proyecto no ha contado con la publicidad suficiente entre los vecinos, la oposición no ha sido informada hasta los primeros días de septiembre y, lo más importante, los ripenses han ido conociéndolo conforme ya era una realidad. Incluso hay algunos que han denunciado su situación personal, ya que sus propias viviendas se han convertido en territorio prohibido en los horarios vetados.
Otra cosa que llama poderosamente la atención es que solo se han elegido colegios para perimetrar estas zonas, ¿por qué se ignoran los institutos o las escuelas infantiles? La pregunta es si realmente se busca reducir la contaminación o lo que se trata es de solucionar el problema de la doble fila en los colegios. De hecho, se instalarán unas cámaras en los próximos meses que multarán a los que se salten la frontera y aquí empezará otro debate, porque se espera que muchos vecinos no tengan más remedio que cruzar la zona prohibida y se convertirán en coleccionistas de multas.
Otro objeto de debate interesante: por qué los coches eléctricos no pueden pasar a estas zonas, ya que de ninguna manera provocan que la calidad del aire empeore. Con todo esto, nuestras dudas sobre la utilidad real y la idoneidad de las zonas aumentan más aún. La movilidad de todos los vecinos de Rivas, tengan hijos en edad escolar o no los tengan, se va a ver afectada muy negativamente, pero esto no va tener como consecuencia un menor uso del vehículo privado, si no que se tenga que recorrer más distancia para ir de un punto a otro de Rivas.
Descubrimos que sí, se ha consultado a las AMPAS, pero solo de los colegios públicos, excluyendo a la enseñanza concertada y la privada. Han convertido un tema ambiental que debería suponer una protección al estudiante, en un asunto de ideología, una única y absoluta donde se excluye a aquel que puede plantear una crítica.
Este equipo de Gobierno se precipita a la hora de actuar, pareciendo que tan solo quiere una fotografía y un titular “verde” y, para ello, vuelve a restringir, prohibir, sancionar, multar y no ser trasparente.
Desde Ciudadanos si queremos Zonas de Bajas Emisiones, por supuesto. Somos conscientes de la necesidad de acceder a las subvenciones que dará Europa a las ciudades que las tengan, pero no a cualquier precio. Queremos que las zonas se basen en datos objetivos, pero que se encuentren alejados de posicionamientos políticos, que sean científicos y contrastables. Apostamos por la información a los vecinos, que se les escuche y, por supuesto, se solucionen las situaciones específicas. No entendemos como, una vez más, se apuesta por el ensayo y error en la gestión municipal. Se buscan de nuevo soluciones rápidas basadas en ocurrencias que levantan más críticas que beneficios en nuestra comunidad. Nosotros apostamos por la política útil, por la solución frente a la confrontación, por un municipio verde y para todos.