Llegan las elecciones y, antes de decidir a quién votar, nuestros vecinos de San Sebastián de los Reyes deberían recordar algunas de las chapuzas de Miguel Ángel Martín Perdiguero, Perdi para los amigos, vicealcalde de la ciudad y candidato de Vecinos por Sanse. Enchufismos, Suciedad, especulación urbanística, querellas y mucho más es el legado que nos deja este señor, por no llamarle de otra manera, porque político no es.
Además, nuestro candidato no solo es la mano derecha del actual alcalde, Narciso Romero, sino que es delegado de varias áreas: Urbanismo, Vivienda, Obras y Servicios, Infraestructuras, Transporte, Seguridad Ciudadana, Festejos y Turismo. Perdi ha hecho sus perdigadas en todos y cada uno de estos campos.
Empezamos con el número de asesores que el vicealcalde ha conseguido incluir en su equipo. De los 25 asesores que, por ley, se pueden contratar, nuestro Ayuntamiento ya tiene 22, y el propio Equipo de Gobierno monopoliza 17 de ellos, actuando como una verdadera "agencia de colocación".
Seguimos con el "Caso Persépolis", un escándalo que surgió dentro de la Policía Local y por el cual varios grupos de la oposición pidieron la dimisión inmediata del responsable del área de Seguridad, Perdiguero. ¿Lo recuerdas? Estas fueron algunas de las declaraciones que se arrojaron en el caso: “dos policías en estado ebrio que se identifican usan sus privilegios como agentes de la autoridad para exigirle una droga a alguien que estaba consumiéndolos en un local de la ciudad”.
El "oscurantismo" que está envolviendo al proyecto de nuevas viviendas del Cerro del Baile tampoco pasa desapercibido. Una iniciativa de la que Perdi se ha colgado la medalla y que está siendo calificada como un "pelotazo urbanístico", además de destilar irregularidades por todos sus poros.
Si a estos patinazos les sumamos la querella interpuesta por la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid al vicealcalde por posible prevaricación urbanística, los desmadres que se montan en las Fiestas de Sanse, así como la suciedad que acumula la ciudad, posicionándose como la cuarta más sucia de España, obtenemos como resultado a un vicealcalde que nos saca el dedo en medio de un pleno. ¿Le vas a elegir otra vez?